A veces la tierra árida de la adversidad es la más fértil para producir milagros.
Eliseo Aceves lo sabe muy bien. Era un estudiante de la Secundaria 14 Guadalupe Ordoñez, en la colonia Del Prado, cuando lo supo por primera vez.
Como dato, desde hace años este hombre ha convertido una cancha de tierra de la escuela de futbol infantil Rayados San Nicolás, en una especie campo de los sueños. Veamos por qué:
Un día se sintió mal porque no lo eligieron para participar en un torneo de futbol interno de aquella escuela Secundaria, pero no se quedó cruzado de brazos, porque armó un equipo con todos aquellos que habían sido desechados.
´En la Secundaria, en el salón, hicieron un equipo para un torneo interno, y no me escogieron, y yo hice uno, invité a los que no escogieron, les puse los ´Facilitos´, y ganamos todos los partidos´, recuerda.
No sabía que era el inicio de un camino que lo llevaría a producir milagros en la tierra árida donde muchos niños y sus padres siembran, con la ilusión de encontrar en el futbol una manera de crecer como personas, y, por qué no, de conquistar el sueño de llegar a la Primera División.
Una noche de diciembre del 2007, Clemente Ovalle, un jugador surgido de su escuela, hizo cimbrar el futbol nacional al anotar el gol con el que el Atlante se proclamó campeón de la Liga MX, ante los Pumas.
Y apenas el miércoles pasado, en el partido de Ida de la Final de la Liga MX ante el León, Luis ´Hueso´ Reyes, de la colonia Residencial Las Puentes, y que desde los 7 años de edad creció en la escuela Rayados San Nicolás, hizo el 1-0 que alimentó el sueño de los Rojinegros, de ser campeones por primera vez después de 70 años.
Volvamos al origen del sueño de Eliseo. Tras aquella decisión de formar un equipo con los compañeros que no habían sido invitados a tomar parte del torneo, vinieron para él otras aventuras desde el ´banquillo´ del futbol amateur.
´En la colonia (Colonia Del Norte, en Monterrey) formé un equipo de mi edad, nos metieron como 15 goles en el primer juego, luego formé un equipo para mis hermanos, un pre-juvenil, trayendo el equipo llevé a un hijo de un amigo al club Pingüinos, a la categoría de 5y 6 años, y la coordinadora me invitó a dirigir el equipo, dejé el equipo de mis hermanos e inicié ahí´, añade.
Después pasaría a formar parte del Club Alemania, de la colonia Las Puentes, y más tarde, José Montalvo, encargado de Fuerzas Básicas del Club de Futbol Monterrey, lo invitaría a una escuela infantil de Rayados. Por ese entonces, entrenar a niños había sido sólo una actividad complementaria a su trabajo en el Servicio Postal Mexicano.
´La verdad, primero le doy gracias a Dios por ese don que me dio de entrenar niños, al principio, sin saber nada, y al ver que me iba bien renuncié a mi trabajo en el Servicio Postal Mexicano, correos, y me preparé, estudié un diplomado y entré a todos los cursos que había´, explica.
Por las instalaciones que dirige Eliseo Aceves han pasado desde niños jugadores que hoy brillan en Primera División, como Jonathan Orozco, Carlos ´Charly´ Rodríguez y Luis ´Hueso’ Reyes, que ahora podría ser campeón con el Atlas, por citar algunos.
´Y claro, me fue mejor, pero nunca pensé en que tantos jugadores que iniciaban conmigo fueran a jugar profesional, el primero que yo entrené y jugó en Primera División fue Hashim Suárez, y ya siguieron muchos jugadores en Primera, y que cuando los entrevistan se recuerden a mí tanto ellos, como sus papás, te llena de alegría y de orgullo´, dice Eliseo.
Entre los jugadores que han pasado por su escuela y que llegaron a jugar en Primera División se encuentran Hashimn Suárez, Bernardo Hernández, Darío Carreño, Luis Genaro Castillo, Jorge Caballero Rodolfo del Real, Clemente Ovalle, Arturo Alvarado y Adrián Marín.
Algunos otros que sólo estuvieron registrados en Primera División o que jugaron muy poco, como Marcelo Gracia y Jesús Delgado.
La adversidad suele ser una de las tierras más fértiles para ver los sueños cumplidos: Eliseo Aceves…y muchos de sus pequeños jugadores y sus papás, son fieles testigos de eso.