Después de 70 largos años los aficionados rojinegros han logrado saborear las mieles de un triunfo de campeonato. Desde aquel Atlas de Bielsa y Lavolpe, no sentían un equipo con una idea, si bien no la mas tribunera, una muy efectiva.
Diego Cocca, un exjugador y ahora entrenador del Atlas, había pasado sin pena ni gloria por el futbol mexicano, pero con su trabajo se ganó la confianza de Grupo Orlegi quien normalmente tiene buen ojo para elegir a entrenadores y jugadores.
Con un plantel corto, futbol sobrio, sin buscar dar la nota, simplemente ejecutando lo mas básico del futbol, buena defensa, orden y contrataque letal los llevó al campeonato.
La final de este torneo fue hilarante, de grandes emociones que nos mantuvieron atentos hasta el ultimo penal. Los 2 equipos buscaron con atrevimiento el máximo honor de nuestra liga y al final cumplieron el cometido de brindar espectáculo.
Pero dentro de esta historia que pareciera solo un empresario serio como Iraragorri podía lograr, se ciernen historias, teorías de complot y opiniones por doquier que buscan desacreditar un logro tanto histórico como increíble.
Jugadas polémicas, arbitrajes dudosos, equipos incapaces de anotar 1 gol, pero con aficionados y periodismo capaz de idear las mas grandes conspiraciones basadas en historias de poder, intereses y sobre todo pugnas internas por el control del que sigue siendo el espectáculo mas grande y lucrativo de este país.
Un capítulo más de “Los Expedientes Secretos de la Liga MX” capítulo Atlas, pruebas faltan, dedos que señalan sobran, opiniones en redes sociales pululan como cascada después de una tormenta; lo único cierto desde mi sillón analítico es que los dos equipos que más pugnaron por jugar a ganar son los que llegaron a la final; los penales decidieron el campeón y los temas de conspiración nos seguirán dando de qué hablar.
Un nuevo rey por seis meses. Veremos qué historias nos trae el siguiente semestre, un año mas termina y nuestra liga sigue mostrando una baja en la calidad de jugadores, espectáculo, y también hasta en la selección; por ahora solo podemos decir: ¡felicidades campeón!
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!