San Nicolás, NL.-
Con la inauguración de la segunda etapa de construcción del drenaje pluvial de la Avenida Manuel L. Barragán, los encharcamientos e inundaciones que se registraban con las lluvias, ahora serán cosa del pasado, beneficiando a los vecinos que viven al poniente de esta arteria y al pie del Cerro del Topo Chico.
La primera etapa de este largo pluvial de 980 metros lineales fue iniciada y concluida durante la Administración anterior y también el inicio de esta segunda parte se realizó hace dos años.
En total, en la primera etapa y en esta segunda, se construyeron ocho rejillas captadoras de agua, distribuidas a lo largo de la obra.
El alcalde Daniel Carrillo Martínez, acompañado del Secretario de Obras Públicas de San Nicolás, Rubén López Lara, supervisaron los trabajos concluidos y liberaron la circulación en uno de los cruces de la Avenida Barragán, para dar por inaugurado el drenaje pluvial.
Durante el recorrido se dio a conocer que toda el agua de lluvia que baja de lo alto del Cerro del Topo Chico, por las calles de las colonias colindantes con la Avenida Barragán, será llevada a un ramal que desemboca en la Avenida Juan Pablo II y a la vez alimenta una de las afluentes del Arroyo Topo Chico.
Con esta obra, se informó, los problemas de inundaciones y encharcamientos en la zona, ya no se registrarán, debido a que el drenaje pluvial se suma a la construcción de dos represas y un dique almacenador que fueron construidos también durante la administración anterior.
“Este es un proyecto general de solución de inundaciones en el corredor de Manuel L. Barragán/Residencial Anáhauac, que inicia en la Avenida Torres de Falcón y concluye acá cerca de la calles Ecatepec y Teotihuacán, en Residencial Anáhuac”, dijo el presidente municipal.
“Habrá una tercera etapa que continuará hasta la calle Octava sobre Ecatepec, perpendicular a Teotihuacán, hasta las vías del tren, que es un corredor de agua natural”, agregó.
El edil explicó que la circulación sobre la Avenida Barragán cuando se registraban lluvias era prácticamente imposible, incluso muchos de los cerca de 40 mil vecinos beneficiados ahora, tenían que sacarle la vuelta a los accesos que estaban inundados.