Hermosillo, Son.-
A pocas horas de que el perro “Bongo” fuera regalado por una familia de Arizona al colectivo Buscadoras de la Frontera, encontró cuatro cuerpos sepultados en dos fosas clandestinas, al poniente de Nogales, Sonora.
El sabueso rastreador es un labrador de dos años, hizo su primera hazaña este día 6 de enero, cuando los integrantes del colectivo salieron a búsqueda.
“Nos hicieron una llamada de una familia de Nogales, Arizona, nos dijeron que si lo queríamos, dijimos que sí”, expresó una integrante del grupo.
“Tenemos mucha esperanza de que en cada búsqueda nos ayude”, expresó.
Con respecto al hallazgo el colectivo Buscadoras de la Frontera Nogales, informó que fueron localizados en un predio despoblado, al final del fraccionamiento Asturias, en las cercanías de Pueblo.
“Son pocos los datos que se tienen hasta el momento, las personas son del sexo masculino, todos con marcados con signos de violencia”.
El primero de ellos es de tez blanca, ceja poblada, complexión regular, no portaba vestimenta. El segundo de ellos es de tez blanca, portaba una chamarra azul marino con forro naranja.
El tercero de igual forma es de tez blanca, ojos claros, cabello corto y de barba; vestía una sudadera color guinda, pantalón deportivo negro, marca “Adidas”, chamarra azul marino y tiene un tatuaje de corazón.
La cuarta víctima es de complexión regular, tez blanca, se encontraba desnudo y portaba una pulsera negra y un anillo.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) procedieron a la escena del hallazgo.