Bruselas, Bélgica.-
El número de jóvenes adultos que no pudieron abandonar el pensamiento suicida durante el segundo año de la pandemia aumentó en la próspera Holanda.
Particularmente crecieron los casos entre las personas de menos de 30 años durante los rigurosos confinamientos decretados por la administración del premier Mark Rutte para frenar la expansión de Covid-19.
En ese grupo, el número de personas que se quitó la vida creció 15% en comparación a los años previos, particularmente en la franja de entre los 20 y 30 años.
Los demoledores datos fueron revelados por la comisión encargada del registro de casos de suicidio en Países Bajos (CANS por sus siglas en holandés).
Según la instancia, es muy probable que el incremento está asociado a las medidas adoptadas para detener el virus.
A lo largo del año, la media fue de 20 suicidios al mes entre la población de menos de 30 años de edad, aunque durante los periodos de confinamiento, enero, febrero y diciembre, los casos rebasaron la barrera de los 30 incidentes.
Si las cifras son vistas en su totalidad, es decir, sin hacer distinción entre edades, no hubo un aumento de los casos globales en 2021.
La titular de CANS, la bióloga Renske Gilissen, asegura que se requiere de mayor investigación para llegar a una conclusión sobre las causas de fondo, pero lo que sí tiene claro, es que el suicidio es resultado de la acumulación de varios factores.
“Es posible que las medidas contra el coronavirus hayan influido en el aumento. El contacto con los compañeros, las perspectivas de futuro, descubrir el mundo y formar amistades, es muy importante en esta etapa de la vida. Muchas medidas tienen una influencia directa en esos ámbitos”, explica.
La tesis que asocia los confinamientos con un incremento de los casos, es reforzada por la Asociación de Psiquiatría de Holanda.
Su presidente, el psiquiatra Elnathan Prinsen, reporta que las quejas se duplicaron durante el primer encierro, y para el siguiente aumentaron nuevamente una vez y media.
Estima que los problemas a los que estas personas se enfrentaron en el primer confinamiento, se acumularon al segundo y así sucesivamente.
“Los adultos logran recuperarse bastante después de un encierro, pero los jóvenes adultos mucho menos”, asegura.
El escenario evidenciado por la investigación de las autoridades holandeses no es aislado, otros países europeos también están reportando datos que muestran que con la llegada del coronavirus, los suicidios y los intentos de suicidio entre los jóvenes aumentaron considerablemente en Europa.
En Italia, los intentos de autolesión y suicidio entre adolescentes aumentó 30% entre octubre de 2020 y mayo de 2021, de acuerdo con la Fundación Cesvi.
El encierro, la educación a distancia y la falta de interacciones sociales habrían contribuido a aumentar problemas acumulados entre los jóvenes, llevándolos en algunos casos al extremo.
A pregunta expresa de las eurodiputadas Stefania Zambelli, Francesca Donato y Simona Baldassarre, del Grupo Identidad y Democracia, la fuerza de extrema derecha en el Parlamento Europeo, sobre cuándo se tendrá el retrato completo de la tasa de suicidio a nivel europeo desde el comienzo de la pandemia, la Comisaria Europea de Salud, Stella Kyriakides, contestó que los registros de 2020 y 2021, estarán disponibles a finales de 2022 y 2023, respectivamente.
Los últimos datos disponibles en la Comisión Europea hacen referencia al 2018; es decir, al periodo previo a la pandemia.
Antes de la aparición de Covid-19, el suicidio era la segunda causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 19 años. Solo los accidentes de tráfico se cobraban más vidas en este segmento de la sociedad. La tasa de suicidio entre los niños es el doble que el de las niñas.
De acuerdo con la Agencia Europea de Estadística (Eurostat), anualmente unas 50 mil personas pierden la vida prematuramente en la Unión Europea, y nueve de los diez países con los índices más elevados de suicidio en el mundo son miembros de la región europea.
La oficina para Europa de la Organización Mundial de la Salud señala que la mitad de los problemas de salud mental en la edad adulta tienen su inicio durante o antes de la adolescencia, teniendo como principales víctimas a los jóvenes más desfavorecidos, como los inmigrantes.
La depresión y los trastornos de ansiedad se encuentran entre las 5 causas principales que empujan a las personas al precipicio.
Asegura que este problema se puede prevenir a través de estrategias nacionales de salud y educación.