Culiacán, Sin.-
La joven María de Jesús “N” de 26 años de edad, quien fue privada de la vida con golpes en la cabeza en el dren de la comunidad de Zapotillo, dejó en la orfandad a cuatro hijos que viven con sus abuelos, en la comunidad de Goros Dos, en Ahome, a los cuales se les brindan despensas, asistencia médica y se analiza rehabilitar su vivienda.
A través de la Secretaría de Bienestar, se analizan las normas de operación para determinar si pueden entrar en un programa de mejoramiento de su vivienda, para construirles un cuarto con techo de concreto, un baño y la rehabilitación de otros espacios donde viven.
La Vicefiscalía General del Estado en la zona norte abrió una carpeta de investigación por el delito de feminicidio, al comprobar que la joven madre, la cual desapareció desde el domingo nueve de enero, para auxiliar a un amigo y dos días después apareció muerta con golpes en la cabeza, en las agua del canal Sicae, en la comunidad de Zapotillo, en el municipio de Ahome.
Magdalena Rocha Peña, secretaria municipal de las Mujeres dijo que desde que se conoció el hecho, se buscó el apoyo para los cuatro menores de edad, a los que se les ha brindado asistencia médica, sicológica, despensas alimentarias y se cubrió los gastos funerarios de María de Jesús “N”, de 26 años de edad.
Comentó que a través de una hermana de la víctima, se conoció que uno de los cuatro niños que han quedado en orfandad, puesto que se desconoce el paradero del padre, tuvo un accidente, en el que resultó con quemaduras, por lo que se le brindó asistencia médica.
Por su parte, Claudia Canto Hernández, Secretaría de Bienestar en Ahome manifestó que se gestiona que a través del DIF, en forma periódica se les envíen despensas alimentarias y se gestionen becas de estudios, puesto que los mayores, son dos gemelos de diez años de edad.
La tía de la víctima, Claudia Patricia “N” externó que desconocen los avances que se tienen sobre las investigaciones del homicidio de su sobrina, cuyos hijos Jesús Manuel y Jesús Abram, ambos de diez años de edad, Kimberly de ocho y María de cinco años, están con sus abuelos paternos, en la comunidad de Goros Dos.