Pos déjame te cuento brody una pesadilla que se cumplió. En estos tiempos de pandemia eso de no poder comunicarte es lo “pior” que te puede pasar.
Pos sucede que vi que mi celular empezó a perder carga y pos luego luegito fui a conectarlo a la corriente, pero pasaban los minutos y no se cargaba. Poco a poco me marcó 15 por ciento de carga… luego 10… luego 5… luego nada. ¡Por Dios! ¿por qué tendré tan mala pata?
Luego desesperado busqué en un mueble una caja con papeles, de esos que no sé porqué no he tirado, pero son “importantes”, como hojas de pagos de Telcel viejos, una copia del Himno a Tamaulipas (ya saben:
“Viva Tamaulipas altiva y heroica, la región que dormita en la margen del río. La sangre palpita en el pecho mío, al recuerdo glorioso de sus héroes y su honor…”, algunos exámenes de alumnos de hace 5 años, el periódico donde salió campeón mi equipo favorito, estados de cuenta de Cablevisión (ahora es IZZI), o de Movistar (ahora tengo Telcel), o revistas viejas que te duele tirar y no sabes qué hacer con ellas.
Pos entre tanto papeleo ahí sale un celular viejo, que descontinué por inservible. ¿Todavía cargará? Buscas la conexión, entre un cablerío que no sabes porqué no has tirado y sí…. ¡todavía carga!
Ya con la carga, te das cuenta que tienes que cambiar el chip del otro teléfono, no encuentras el alambrito para abrir el aparatito, pero la Rosa María me ayudó: “con un alfiler se puede abrir” y yo pienso “naaah”, pos sí se pudo y le ajustó el chip a un cuadrito y lo insertó al celular viejo. No es por alardear, pero de que sabe, sabe.
Luego cuando quieres usarlo, el sistema de Google dice que “hay una alerta de seguridad: Un nuevo acceso en el dispositivo Huawei. Detectamos un nuevo acceso a tu cuenta de Google en el dispositivo Huawei. Si fuiste tú, no tienes que hacer nada. De lo contrario, te ayudaremos a proteger tu cuenta”.
Pero te dicen que te mandarán una clave a los mensajes de tu celular y no sabes dónde encontrarla. Después de 20 intentos, por fin tienes acceso a tu celular y puedes abrir tu Facebook, pero falta tu WhatsApp que te pide comprobar tu identidad, lo mismo al Twitter e Instagram.
Lo triste del caso es que pierdes las fotos memorables de año nuevo pasado como las que di de comer a los patos en el Parque de las Fuentes Flotantes y las del Castillo de Chaputepec, pero el sistema de Google Fotos no lo reconoce y pos quien sabe dónde estarán.
Una opción es acudir al centro de atención de Telcel donde podrán ayudarte y cambiarte tu celular, siempre y cuando en tu contrato hayas cumplido con los meses establecidos y hayas completado de pagar los meses interminables del anterior.
Ya se nos olvidó en la época pre-celulares que te reunías en el centro de Reynosa en un sitio específico a una hora determinada. No teníamos cómo comunicarnos, pero todos llegaban a tiempo y no nos causaban estrés ni ataques de pánico por estar incomunicados.
¿Ya se les olvidó que usábamos los teléfonos de cabina, que le ponías un peso o que tenían tarjetas que llegaron a ser de colección? La gente hacía fila para usar estos teléfonos. Ahora los vemos como recuerdos del pasado en algunas esquinas, cerca de las paradas de los camiones urbanos.
Vivimos toda la evolución de los celulares, de aquellos que eran tan grandes como un litro de leche, luego fueron evolucionando que llevaban una tapita, hasta llegar a los actuales Iphones y los Adroides.
Ahora son tan comunes que ves a la gente usarlos mientras van caminado. Ya han ocurrido accidentes por descuidos, sobre todo porque son “teléfonos inteligentes” puedes escribir e-mails, subir posts y selfies a tu Facebook o Instagram, ver videos y películas por YouTube y hasta subir tareas, ahora que no hay clases presenciales.
Por WhatsApp hay decenas de grupos de amigos, los de primaria, secundaria, prepa, carrera, trabajo, de los primos, de los hermanos, puedes subir stickers o videos de Tik-Tok. Todos tienen acceso a toda esta información, con frecuencia llena de fake news, pero también muy valiosa sobre la vacunación pronta de Covid, o las ofertas del momento en Waldos.
“¿Viste?, no le dieron like a mi foto”, con frecuencia los chavos se angustian por la falta de respuesta popular, pero esa es otra historia,
Se nos olvida que a veces los celulares son teléfonos y también sirven como cuando se inventó aquel “¿buenoooo?”, para saludar a los amigos cercanos y familiares, a la comadre y al compadre, para estar en contacto por medio del diálogo directo. Y eso nunca pasará de moda.