Tigres femenil nos había acostumbrado a dominar la Liga desde su inicio. Pasando por encima de sus rivales, estando muy por encima de ellos, dominando y siendo contundente.
El problema es que sus rivales han aprendido la lección. Y ahora es más complicado para las felinas poder abrir los esquemas defensivos que sus rivales les presentan.
Ante Atlas lo lograron las dirigidas por Roberto Medina, pero ante Tijuana no se pudo y se entiende que no siempre se podrá caminar sobre el rival, pero en la ciudad fronteriza se observó un equipo felino con posesión del balón, tirando centros errados difíciles de rematar y faltos de precisión que no permitían la conclusión de llegadas al marco enemigo. Atrás
Tigres no tiene problemas, adelante es donde se complica el accionar.
No puede ser que la salida de Katty marque tanta diferencia, aunque la “Killer” esté anotando ahora con el América. Es cierto que la seleccionada africana, recién llegada, dará mucho al equipo y la estadounidense ni se diga, pero las formas en las que se está creando el fútbol en el equipo universitario han cambiado a ser individuales y no colectivas.
Mucho deberá hacer Medina para afinar esos detalles y recuperar esa ventaja competitiva con sus rivales.
Por el otro lado Eva Espejo y sus Rayadas andan con todo, mostrando ese juego colectivo que las tiene en la cima, con una máquina funcionando a la perfección.
Otros equipos han despertado dándose cuenta que la vitrina ahí está (Pachuca, América, Chivas) y que las distancias pueden recortarse, a gritos y sombrerazos; con muy malos arbitrajes pero se logra… y ahí la llevan.
Esperemos Tigres femenil se reencuentre con ese juego de conjunto que las ha tenido en la cima, y que parece, luego de cinco fechas, aunque ellas aún con un juego menos, las han alcanzado algunas de sus rivales.