En un resultado sorpresivo para los que no ven a Monterrey, pero habitual para quienes nos hemos acostumbrado a ver este equipo jugar de la misma manera una y otra vez, Rayados pierde 1-0 ante el Al Ahly de Egipto que dejó de contar con todos sus seleccionados nacionales, más de 10.
No hay mucho que desmenuzar entre el primer y segundo tiempo, los faraones egipcios jugaron a lo que saben y para lo que tienen calidad, el contragolpe, y lo hicieron de una manera impecable ejecutando llegadas en 3 o 4 pases para culminarlas en tiros a gol.
Haciendo un partido por nota, el equipo del técnico Mosimane, que no tiene un pelo de tonto, diseñó un partido entendiendo a que saben jugar sus jugadores mientras que Javier Aguirre que lo único que ha hecho al llegar a Monterrey es injertarse cabello, simplemente no supo parar a sus jugadores y partió el equipo al no tener conexión entre defensa y delantera.
El equipo del todavía técnico del Monterrey puso a su equipo a presionar alto y descuido los rebotes en el medio siendo el Al Ahly el recuperador habitual de cada balón, para inmediatamente atacar ante una gran actuación de Andrada, que junto con Maximiliano Meza, fueron lo más rescatable del equipo.
Cada llegada de los de África fue de peligro mientras Rayados generó muy poco ante la falta de creatividad de jugadores como Pizarro, Romo y Ponchito.
El equipo terminó generando futbol a través de Héctor Moreno, ante la nula conexión y creatividad del medio campo.
El tenor del juego no cambió, Rayados no supo jugar porque simplemente intentaron lo que no saben, controlar el balón y jugar en campo rival, mientras los egipcios hicieron lo mejor que saben, contragolpe y con eso les bastó.
El equipo de la confederación africana simplemente se vio más dominante en lo físico, en lo técnico, en lo mental al “canchererar” todo el partido y haciendo sentir su localía, y al final tocaron mejor el balón, con más sentido y se notaba el sentido de sus jugadas, sabían a donde tocar y se notaba que lo habían entrenado.
Rayados se notó mentalmente débil y Maxi Meza no tuvo compañeros con quien entenderse lo que al final desencadenó en un futbol improvisado, de toque lento y predecible sin ningún peligro para el rival.
Rayados consuma un fracaso más, ante la ciudad, ante el país y ante el mundo.
Al Ahly merecidamente pasa a la siguiente ronda y los rostros de los regiomontanos que hicieron todo el esfuerzo económico para viajar al otro del mundo nos dice todo.
Romo en la entrevista al final del partido lo resume con su declaración: “El resultado habla por sí mismo”.