Patick Bateman (Christian Bale) es un joven, atractivo y exitoso, corredor de bolsa de Nueva York. Socialmente amable, en la intimidad desprecia al mundo. En sus diálogos internos siente repulsión hacia las personas que no tienen nivel socioeconómico similar al suyo, o que son feas, o que no cumplen con sus expectativas.
Pero silenciosamente se siente superior, porque nadie sabe que él es un ser especial y que, por las noches se convierte en un sádico homicida, que solo puede saciar sus bajos instintos mediante la sangre que derrama de aquellos que odia.
La directora Mary Harron escribe para la pantalla y dirige esta novela homónima de Bret Easton Ellis, sobre las fantasías de un hombre exitoso. El resultado es una magnífica película con formato de sicodrama que habla del desdoblamiento interno que tiene cualquier persona.
Aunque se refiere a un sicópata nacido en Estados Unidos, en realidad el enfermo mental puede ser cualquiera, con mucha imaginación, que se proyecta a sí mismo como una persona que no es.
Lo maravilloso de esta historia es que presenta a este tipo seductor, con un ego desbordado, como alguien que es realmente insignificante, pues no puede cumplir ninguna de sus aspiraciones, más que la de generar dinero, verse guapo, comprar amor y despreciar a todos.
Imperdible.
(D. Exclusivamente adultos: restringido a mayores de 18 años)
@LucianoCamposG