Como vil florero o burdo pisapapeles, con un desdén de “ni fu, ni fa”, fue que trató AMLO a su goberladrón de ustedes este sábado, al visitar la Aduana de Nuevo Laredo.
Y eso lo decimos hasta donde se sabe todo sobre su presencia sabatina en Nuevo Laredo, pues aquello fue muy “cuadro chico”, casi “cero prensa”.
El corto tiempo que el Ejecutivo nacional estuvo en nuestra ciudad, la prensa no fue requerida, los periodistas no figuramos.
Dio en su mensaje, declaraciones de que las Fuerzas Armadas se van a hacer cargo de todo lo que sea Aduana México, incluso de la video vigilancia, que hasta ahora la efectúa una empresa privada.
Para que no nos metan gol con el huachicoleo de carburantes traídos y cruzados a la malagueña (¡Ahí te hablan Chompiras!) así como el resto de los contrabandos en todas sus modalidades y especies (drogas, armas, money, chiva grande y demás).
El presidente de la República dijo que ya las fuerzas castrenses se harán cargo de tocho morocho en la frontera norte, de cara a “El Gabacho”, para “cachar” lo que se tenga que capturar y evitar que se ingrese a México.
Y agregó que ya se tienen más de 100 mil elementos de la Guardia Nacional, gracias al Ejército (cumpleañeros este sábado 19) y a la Marina, para apoyar en estas tareas de cuidar los limítrofes de nuestro terruño con figura de cuerno de la abundancia.
En particular la franja norte de nuestra república, para evitar que tanto pillo ladino (¡Súmete Cabeza, que te quedó jabón!) haga y deshaga en esta parte septentrional de nuestra nación.
Pero Andrés Manuel López Obrador, no se tiró a matar contra “El Chompa De Res”, aunque confesamos que no nos enteramos de mucho, porque estuvo bastante escueta y esmirriada la información respecto a lo concerniente a esta visita.
El hombre estuvo en el Puente del Comercio Mundial donde habló de la ya citada modernización, para dar seguridad a Aduana México, evitar el trinqueteo de todos conocidos, sobre todo un tema que es muy conocido por parte de los que de siempre hemos dormido en este último o primer punto del país.
Llegó al aeropuerto en avioneta desde Coahuila, de ahí en helicóptero al Puente Tripas, luego lo retacharon en helicóptero al cuartel militar fronterizo, donde movió bigote, degustando una buena tragacha con los olivos, por ser el Día del Ejército Nacional.
Pero nos dicen que en todo momento tuvo al bandido estatal a cierta distancia, o sea, que ni para bien, ni para mal, se puede resumir diciendo que no fue descortés, ni grosero con el pillo de Reynosa.
Lo de darle “Tronco Bill” al goberladrón lo dejó de lado, como diciendo, “para que hago leña del árbol caído, si ya está que se cae solito, por su propio pie se derrumba, sólo es cuestión de tres…dos, uno y ¡Pum!”.
La modernización -y militarización- de la aduana, esa era la temática de su visita, para fortalecer los puertos de entrada (aire, mar y tierra) para que el Ejército de todas sus confianzas, junto con Marina y Guardia Nacional se hagan cargo de apañar, atajar y ponerle un alto al desmother que eternamente se han traído en Aduana México o como se haya llamado en su historia esa importante dependencia de la que “El Peje” dijo y jura que asentará en Nuevo Laredo su corazón y su cabeza, que de aquí se manejará.
Garantizar seguridad al ingreso y salida de merca y gente, eso fue en lo que redundó el “preciso” Nacional en su venida, quien dijo que toda la tecnología nueva por instalar en las aduanas, será manejada por esos señores de cascos boludos en color verde oliva.
A ver cómo doblan los que anden mal a estos señores tan rectos, tan de una sola pieza.
Ya no se descansarán los trámites aduanosos y la propia vigilancia de las instalaciones, en gente de la IP, nada de contratar ni el equipo, ni los servicios, porque lo aduanero lo que entra y sale, que es algo muy delicado, debe el estado (Doña Fede) hacerse cargo, le corresponde y es su obligación, operar, regular y controlar.
Así que se la debemos, no hay mucha carnita en esta visita.