Acapulco, Guerrero
Celebró con la misma fuerza que la primera vez. No era para menos. Rafael Nadal volvió a demostrar que es el rey del Abierto Mexicano de Tenis.
El español se coronó en Acapulco por cuarta vez, tras derrotar al británico Cameron Norrie, por 6-4 y 6-4.
Ya es el máximo ganador del evento. Igualó el número de coronaciones del austríaco Thomas Muster y su compatriota David Ferrer.
Casi toda la noche, el británico plantó cara. El rompimiento de servicio que sufrió marcó la diferencia en el primer set, pero Nadal sufrió para llevárselo.
El máximo ganador de Grand Slams en la historia (21) basó su éxito en meter un buen porcentaje de sus primeros servicios; cuando no lo hizo fue aprovechado por Norrie, quien logró callar a la multitud en la Arena GNP Seguros, completamente entregada a ese hombre que roba corazones cada que se presenta en el puerto guerrerense gracias a su buen tenis y gran carisma.
Norrie empezó muy bien la segunda manga, pero se derrumbó mentalmente después de estar 2-1 arriba.
En cuanto Nadal igualó a dos juegos el set, tomó el control del partido y nunca más lo soltó. En ese momento, volvió a demostrar por qué es uno de los mejores tenistas en la historia. No se dejó quitar el título.