Ciudad de México
Cristian Ávila perdió su empleo formal a raíz de la pandemia de Covid-19; desde hace un par de años se traslada desde la salida a Cuernavaca (sur de la CDMX) a la zona centro de la capital para ganarse la vida como repartidor de comida por apps. Su labor es difícil, ya que al no poder costear una bicicleta y mucho menos una motoneta, realiza sus entregas a pie.
Sin prestaciones de ley y sin flexibilidad laboral, repartidores de delivery, laboran largas jornadas para obtener un ingreso que apenas solventa sus necesidades básicas.
Cristian es uno de ellos. Él tiene 44 años, usa las plataformas de Didi Food así como la de Uber Eats y pertenece al 55 % de los repartidores en México que, según datos de un estudio difundido el lunes 21 de febrero por Oxfam México y el Instituto de Estudios Sobre la Desigualdad (Indesig), perciben entre mil 700 y dos mil pesos a la semana.
“Cuando vas a entrar te dicen que puedes tener ganancias de arriba de 3 mil pesos a la semana. No es así, para acercarse a esa cantidad tienes que trabajar más de doce horas al día toda la semana y las comisiones no son tan buenas como te lo pintan”, contó el repartidor.
En un día bueno, entre propinas y ganancias por aceptar los pedidos en su teléfono, Cristian ha llegado a generar hasta 400 pesos, aunque para lograrlo tiene que laborar 12 horas sin importar las inclemencias del tiempo o los diversos contratiempos que surgen en el proceso de entrega pues, asegura, “hay que pagar la renta”.
El estudio también apunta que el 46 % de los repartidores ha realizado un gasto catastrófico por accidente o enfermedad, incluyendo Covid-19, el cual implicó un estimado de 6,127 pesos, y aunque las plataformas ofrecen una ayuda por dichos incidentes, ésta resulta insuficiente para los afectados.
En
ese sentido Cristian comentó: “me enfermé de Covid el año pasado, tuve que retirar dinero de mi Afore para solventar los gastos de las medicinas; (las plataformas) no me apoyaron en ese sentido, no tenemos servicio médico”.
Pese a que las plataformas de reparto consideran a estas personas como socios y destacan que la labor les da flexibilidad, pues les brinda la oportunidad de alternar sus empleos formales o sus estudios escolares con el reparto de comida para generar un ingreso extra, ésta resulta limitada, pues al sumar las horas trabajadas para lograr el ingreso prometido por las compañías, Cristian concluye que se trata de un trabajo de tiempo completo y de precariedad laboral.
“Alcanza apenas para cubrir los gastos básicos pero así como ellos dicen que ganas un salario de más de 6 mil pesos ya con las comisiones, no es así. Échale que tienes que batallar con asaltos, pedidos cancelados y clientes que no te quieren pagar, ahí tú tienes que pagar la cancelación y sales perdiendo”.