Este próximo domingo 20 de marzo en punto de las 7 horas se celebrará el 21k Tarahumara THD, con salida y meta en la Nave Lewis del Parque Fundidora… y por fin es una realidad para los corredores que se llevará a cabo de manera presencial, algo que todos habíamos estado esperando.
Esto sin duda, al tratarse de un medio maratón tan tradicional y querido por la comunidad corredora regia, nos deja ver al fin con un poco más de certeza que todo empieza a volver a la normalidad, como antes de que comenzara la pandemia.
Aunque, obviamente, habrá algunos requerimientos, como portar mascarilla durante la entrega del kit, zona de salida, y al finalizar el recorrido, todo indica que será como de costumbre, una gran fiesta para los corredores que tanto han esperado que llegue este momento.
Y esto me hace reflexionar en que las situaciones no son eternas, ni las buenas ni las malas, hace casi dos años estábamos por entrar en una tremenda crisis de salud que jamás pensamos vivir, no teníamos idea de qué iba a pasar, cuándo iba mejorar o terminar.
Antes de que notáramos que el virus empezaba a cobrar fuerza en todo el mundo, sólo lo veíamos como algo lejano, nuestras carreras pedestres lucían llenas cada domingo, los maratones seguían su curso normal en el calendario y nosotros seguíamos entrenando y conviviendo felices en grupo, haciendo planes para viajar a correr algún maratón.
La mayoría de los corredores empezamos a poner atención cuando el Major Marathon de Tokio anunciaba, aproximadamente a mediados del mes de febrero del 2020 que esa edición, la cual se llevaría a cabo en menos de un mes después de la publicación, reducía su número de participantes a sólo maratonistas elite, debido al coronavirus.
Esto es grave, pensamos muchos, y así comenzó a cambiar todo, nuestra felicidad de poder correr libremente, sin temor a contagiarnos y planear competencias, de pronto se esfumó.
Al principio, recuerdo conversaciones con otros compañeros corredores, en las que especulábamos qué tal vez un mes o dos y volveríamos a correr en grupo, como normalmente lo hacíamos, y todo se normalizaría, pasaba el tiempo y veíamos cómo nuestros eventos deportivos seguían cancelándose, posponiéndose y finalmente algunos volviéndose virtuales, ¡no teníamos idea de todo lo que faltaba por recorrer!
Llegó un momento en donde creo que muchos nos preguntamos si algún día volveríamos a correr un maratón como lo conocimos antes, codo a codo con miles de participantes y otros miles apoyando en las calles, hubo mucha incertidumbre y desesperanza durante este tiempo.
Pero al fin hoy, casi dos años después, vemos con gusto que todo parece indicar que este tiempo incierto, si bien, aún no ha terminado, sin duda luce mucho más prometedor que cuando esto inició.
Como lo dije antes, afortunada o desafortunadamente según sea el caso, ninguna situación es para siempre, así como pasamos de ser tan felices antes de la pandemia al miedo e incertidumbre que vino con esta, ahora regresamos por lo pronto a una época que promete devolvernos, poco a poco ,lo que perdimos en el año 2020.
Así que conviene valorar lo que antes quizá dábamos por sentado, disfrutar de la salud, convivencia y aventuras que se generan al practicar este deporte.