Un partido clásico se jugó este fin de semana, y no sólo en esta ciudad, sino también en Guadalajara y otro más cruzando el Océano Atlántico.
Hablar de los resultados ya está de mas, pero me gustaría resaltar una característica notable en estos tres partidos, exceptuando Barcelona y Tigres, la falta de calidad de los otros equipos incluyendo a un Madrid que sin Benzema es otro equipo.
Es difícil sentir un ambiente de Clásico sin los jugadores que cumplan el rol de protagonistas, es triste visualizar un espectáculo de baja calidad ante la gran expectativa generada desde las redes sociales y pasando por los medios de comunicación que apuestan por este deporte.
Año tras año se genera un gran revuelo tratando de vender un partido que termina siendo presa de la falta de calidad, el miedo a perder y en ocasiones del exceso de protagonismo de los comunicadores que buscan vender este producto a toda costa.
Loable postura la del Barcelona y los Tigres que buscaron ganar, golear y gustar. El dominio y posesión del balón, la presión alta y sobre todo una actitud basada en el deseo de ganar y establecer un mensaje de dominio llevaron a estos equipos a triunfar sin lugar a duda.
Madrid, Rayados y los dos equipos tapatíos carecieron de calidad para enfrentar un partido que atrajo la expectativa local, nacional y en el caso del clásico español, mundial.
Con excepción de los madrileños, cuyos jugadores tienen calidad sobrada y comprobada, no veo en los equipos de Rayados y Guadalajara la calidad en los jugadores para brindar un buen fútbol, simplemente tienen lo necesario para competir en el torneo local sin posibilidad de trascender más allá de sus narices.
Mientras en otras ligas como la NFL esperan con ansías los partidos televisados a nivel nacional como el Monday Night Football, aquí parece pesarles jugar un partido con gran expectativa terminando por desnudar su pobreza mental, pero sobre todo su falta de planeación en cuanto a objetivos institucionales para trascender más allá de sus pobres logros.
A diferencia de los equipos mencionados, Tigres y Barcelona apostaron por técnicos que brindaran una oportunidad de disfrutar el fútbol cancha; en sus debidas proporciones, Xavi como Herrera apuestan a utilizar sus piezas de manera ofensiva buscando una cultura ganadora como espectacular.
La pasión mercadológica no es eterna, con los medios de comunicación actuales es más sencillo que hace años el accesar a nuevas formas de entretenimiento que permiten olvidar rápidamente que hay un equipo que juega cada 15 días a precios poco accesibles dando por sentado que la afición de una persona es eterna, buscando inculcar religiosamente el concepto del hincha que nunca abandona a su equipo ni en las malas o las peores.
Los tiempos cambian, los gustos y pasiones también, o entienden y se adaptan o próximamente el clásico será mas virtual que en la cancha.
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!