Contrario a lo que el INDE ha sostenido desde el 15 del presente marzo, cuando comunicó de forma oficial la desaparición de su programa “Educación física y deporte escolar”, este organismo sí tiene atribuciones para desarrollar en el Estado esta importante materia.
Que las proyecciones del “Nuevo-Nuevo León”, que su Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte y que su Secretaría de Educación lo ignoren, es otra cosa.
El Plan Estratégico para el Estado de Nuevo León 2015-2030 da atribuciones al INDE para enfocarse en la educación física.
En el punto 2.1.5.4 el Plan establece líneas estratégicas para el cumplimiento de metas, sobresaliendo dos: Complementar y evaluar programas cooperativos INDE-SE para fortalecer y profesionalizar el deporte escolar y posicionar a las escuelas como ejes del desarrollo de la cultura física, y Facultar al INDE y asignarle presupuesto para desarrollar una nueva fuerza de trabajo especializada en la educación física escolar y a través de reformas jurídicas.
En la justificación del programa el Plan subraya como deficiente las dos horas-clase semanales que en promedio se cursaban en el sector federal, la comparación más natural que puede hacerse. También se mencionó la insuficiente cantidad de docentes, sueldos limitados y reducidas oportunidades de capacitación y actualización.
Fue por lo que, la anterior administración del INDE, bajo el mando del campeón olímpico y licenciado en ciencias del ejercicio Raúl González Rodríguez, puso en marcha el programa, no sin antes plantearlo en la Secretaría de Educación.
Y fue un éxito, pues cómo no si por más de medio siglo los pobres chamacos de los cientos de escuelas estatales nunca habían tenido la considerada materia más dinámica de la educación básica, como lo es la educación física.
Hay que reconocer que algunas escuelas estatales sí llegaron a contar con educación física, porque sus grupos de padres de familia cooperaban para pagar por su cuenta un docente, a quien le era imposible atender todos los grados y a veces los dos turnos.
Cuando el programa arrancó, en febrero de 2016 y primeramente en áreas marginales, solo 31% de los 3 mil 804 planteles del Estado impartían la materia, todos del sector federal.
Desde enero, cuando el INDE ofreció contratos solo por tres meses y no por los seis que se venían dando desde el inicio del programa, los profesores presagiaron la desaparición de este.
Unos profesores prefirieron renunciar para intentar acomodarse en colegios que empezaron a incrementar sus matrículas al ir saliendo la población de la pandemia por la Covid-19, otros firmaron por los tres últimos meses.
Ante el anuncio del INDE, las protestas de profesores, padres de familia y otros sectores fueron evidentes en redes sociales, por lo que la SE anunció, el 17 de este mismo mes, que acogería el programa.
Desde el lanzamiento del programa se evitó que metiera la mano la SE, porque se conjeturaba que en ella todo tiende a politizarse, y a manejarse entre compadres o líderes sindicales, pero si el INDE se muestra incompetente para mantener este excelente e imperioso programa, no habrá de otra y que lo tenga la SE.