Ciudad de México
El drama llegó a su fin. La Selección Mexicana venció (2-0) a El Salvador en el Estadio Azteca y consiguió el boleto a su octavo Mundial de manera consecutiva y el número 17 en su historia. Qatar 2022 ya es una realidad.
Si bien, la participación en la Copa del Mundo nunca estuvo en verdadero peligro, el funcionamiento del equipo de Gerardo Martino dejó incontables dudas. Ahora, el Tricolor y el pueblo mexicano, deberán darle vuelta a la página y reactivar esa ilusión nacional de cada cuatro años: llegar al quinto partido.
Difícil será saber si por el grito discriminatorio, por la pandemia de Covid-19, el funcionamiento de la Selección o los precios de los boletos, pero la conexión entre el equipo y afición es sombría. El Estadio Azteca lució desolado para el significado del choque ante El Salvador.
Al minuto 17, Uriel Antuna aprovechó un rebote del arquero salvadoreño tras un cabezazo de Néstor Araujo para abrir el marcador y desatar la fiesta con los pocos asistentes en el Coloso de Santa Úrsula.
El Mundial estaba cerca y al 40′, Uriel Antuna volvió a desbordar por la banda derecha, fue derribado dentro del área y el silbante marcó la pena máxima que Raúl Jiménez cobró tres minutos después.
El marcador estaba sentenciado y el boleto sellado para la Copa del Mundo. Muchas cosas por cambiar en el equipo de Gerardo Martino, pero por ahora, a celebrar y activar la ilusión de cada cuatro años.
Con este resultado México alcanzó la segunda posición de la eliminatoria de la Confederación de Fútbol de la Asociación del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) con 28 puntos, abajo de Canadá quién lideró el sector con las mismas unidades pero con mayor diferencia de goles y seguidos de Estados Unidos (25 puntos) y Costa Rica (25 unidades) que buscará su pase en el repechaje.
En la cancha, ligera celebración del equipo mexicano del Tata, mientras en la tribuna del Coloso de Santa Úrsula ya sonaba el famoso “nos vamos al mundial, nos vamos a mundial”. Adiós al drama, bienvenido Qatar 2022.