Reynosa, Tam.-
El aislamiento constante por la pandemia del Covid-19 ha dejado a miles de personas con trastornos de ansiedad, esto influye en problemas intestinales, como la falta de apetito.
En algunos casos aparece la anorexia, cuando sujetos con baja autoestima se sienten “gordos”, tienen miedo de ingerir alimentos, lo que les provoca una disminución de su peso.
Especialistas en nutrición afirman que hay que tener cuidado con los hábitos en la mesa de la familia, vigilar que no caigan en periodos de ansiedad y depresión.
Y es que el sistema nervioso entérico (SNE) que es parte del sistema nervioso, es el encargado de regular el aparato digestivo y tiene una estrecha relación con el estado de ánimo.
Algunas personas pudieran no estar dentro de un cuadro depresivo, pero otras sienten un asco inexplicable al ingerir alimentos, incluso en sus platillos preferidos, y en el más grave de los casos, hay un rechazo total a la comida.
Puede influir el consumo constante de “comida chatarra”, alimentos con grasas saturadas, carnes rojas y procesadas, además la falta de actividad física y de periodos de sueño agravan la situación.
Si estás pasando por algo parecido, no dudes en visitar a un psicólogo para que monitoree los estados de ánimo, como también a un nutriólogo para que proporcione una dieta equilibrada. (Con información de Cinthia Rodríguez)
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Are you not hungry? You may have anxiety
By Jose Luis Montemayor
Reynosa, Tam.-
The constant isolation due to the Covid-19 pandemic has left thousands of people with anxiety disorders, which influences intestinal problems, such as lack of appetite.
In some cases, anorexia appears, when subjects with low self-esteem feel “fat”, they are afraid of eating food, which causes them to lose weight.
Nutrition specialists affirm that we must be careful with the habits at the family table, watch that they do not fall into periods of anxiety and depression.
And is that the enteric nervous system (ENS) which is part of the nervous system, is in charge of regulating the digestive system and has a close relationship with mood.
Some people may not be in a depressive state, but others feel an inexplicable disgust when eating food, even in their favorite dishes, and in the most serious cases, there is a total rejection of food.
The constant consumption of “junk food”, foods with saturated fats, red and processed meats, can also influence the lack of physical activity, and periods of sleep aggravate the situation.
If you are going through something similar, do not hesitate to visit a psychologist to monitor moods, as well as a nutritionist to provide a balanced diet. (With information of Cinthia Rodriguez)