El futbol ofrece lecciones de vida a cada momento. Nunca olvidaré el rostro tranquilo de Víctor Manuel Vucetich cuando regresó al Estadio Universitario tras el descenso de los Tigres.
Había vuelto al frente de los Tecos para enfrentar a los felinos, aquel 16 de octubre de 1997.
Sobre las escaleras que conducen al vestidor, Vucetich alzó la mirada y con el rostro imperturbable de siempre enfrentó los insultos.
“Chi…a tu ma..”, “eres un rata”, “te vas a ir otra vez a segunda”, le gritaban los aficionados tras el empate 1-1 ante los Tigres.
Esos eran unos de tantos gritos que debió soportar Vuce, como técnico de la UAG, en una segunda etapa.
“Son cosas del futbol”, respondió seco cuando le pregunté sobre el sentimiento que le producía la gritería contra su persona en el Estadio Universitario.
“Me trae gratos recuerdos (el estadio), es normal, apoyan a su equipo, no al enemigo”, me dijo entonces al responder a mis preguntas.
Podría pensarse que la vida del “Rey Midas” ha sido un lecho de rosas, porque sus números reflejan una carrera de éxitos y de jugadores que bajo su mando alcanzaron otra dimensión.
Pero no ha sido así. Ascendió con el Potros Neza y cuando estaba listo para dirigir en Primera División cuando vendieron la franquicia a Veracruz.
En Potros Neza trabajó con una parte de importante de jugadores que luego brillarían con el Atlante de LaVolpe, y casi nadie le dio crédito de eso hasta ahora.
Descendió con unos Tigres que pagaban el precio de malas temporadas anteriores, falleció su esposa, le hicieron una mala jugada cuando dirigió a la Selección Mexicana, y en Chivas no la pasó bien pese a tener una productividad del 52 por ciento.
La segunda vez que dirigió a los Tigres, el paso impresionante que llevaba el equipo fue interrumpido por el caso Donizete, que muchos atribuyen a una venganza del ex presidente del Celaya, Enrique Fernández con la directiva de los felinos encabezada por Enrique Borja.
En Rayados prefirieron a otros técnicos y las dos veces que llegó lo hizo porque era la opción que les quedaba, y las dos veces ha hecho historia.
En el 2009, el equipo recibió el duro golpe del fallecimiento del goleador Antonio De Nigris, hermano del jugador Aldo.
Una y otra le ha tocado sufrir, pero saben una cosa, siempre mantuvo el equilibrio emocional, nunca perdió la compostura.
Ese el secreto y la lección de vida que Víctor Manuel Vucetich nos da y que es aún más valiosa que los títulos que ha cosechado:
El éxito consiste en no perder la calma en los momentos que la tempestad toca nuestra puerta.