Monterrey, N.L.-
Un balazo cuando manejaba por la carretera, le dio un giro inesperado a su vida. Para Gabriel Adrián Rex perder parte de su pierna izquierda no le impidió cumplir sus sueños: salir adelante, prosperar en sus negocios y hasta escribir sus memorias.
“Karma” (Ed. Voz de Loto) es una novela de casi 250 páginas que muestra un ejemplo de perseverancia y está disponible por Amazon.
“Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Creo que a final de cuentas me dejó mucha sabiduría al enfrentar una situación así”, dijo al recordar en una carretera de Xochimilco hace unos 30 años cuando lo quisieron asaltar.
Así hay varios personajes con una infinidad de vivencias por contar, como Héctor, su hermana y su padre.
“Don Javier es su papá, un villanazo, un tipejo, un barbaján, lo peor de la sociedad; ahí tipos que así existen, que no tienen escrúpulos, en senos familiares disfuncionales, que maltratan a su pareja e hijos. Héctor, un tipo flaquito, enclenque, mal alimentado, es víctima de su padre, quien lo sobaja”, explicó que como él, hay personas que ha conocido y quiso reflejarlas en su novela, una idea que fue puliendo durante 8 años.
Señaló que en algún momento Héctor “explota” porque ya no soporta a su padre y a la sociedad, por ello trata de hacer venganza con sus propias manos: lo hace afuera de su preparatoria.
Precisamente Adriana, compañera de la escuela, recibe un balazo en su pierna, de una manera casi autobiográfica por lo que aprovecha como autor a entrelazar varias experiencias.
Señaló que también Héctor recibía mucho “bullying” en la prepa “él tenía ropa sucia, además vivía en una zona de asentamientos de la Ciudad de México, donde la vida es muy ruda”.
Rex comentó que su mensaje es estar consciente de que se cosecha lo que se siembra, incluso reconoce que lo que le sucedió al perder su pierna “es justo”, sin embargo en ocasiones las consecuencias se deben tomar a la inversa:
“Me fue bien en lo general, crecí mucho como persona, me di cuenta de las cosas que estaba haciendo mal en mi vida, me abrió los ojos para respetar más la vida misma, la mía como la de los que me rodean”.
En el capítulo 20 explica que con su personaje, ella describe lo que le pasó, una situación muy dura que le causó sufrimiento a su familia y hermanos, entonces toma una decisión y decide seguir adelante, sin causar lástimas.
“Al mismo tiempo cargas esto por el amor que le tienes a tu familia y una cosa te lleva a la otra, por al no derrumbarte te vuelves socialmente y económicamente activo porque sales adelante y demuestras que estás bien, te alivia y te da fuerza para salir adelante”, comentó.
El empresario agregó que al mismo tiempo deja algo de enseñanza a los demás, para que puedan como él, a convertir el karma en dharma, es decir en algo positivo con un resultado de buenas obras.
“Al final de cuentas el perdón es importante. Entré en un dilema personal, porque siempre me sentí culpable por lo que me sucedió. El no haberme podido cuidar, pero a veces como dicen ‘aunque te quites te toca y aunque te pongan no te puede tocar’, es algo que para mí ya estaba escrito: lo que se debe se tiene que pagar, es como lo que se siembra se cosecha, puedes sembrar limones y esperar cosechar duraznos, pero eso nunca va a pasar”, indicó.
Quien es masón ha sido nombrado venerable maestro en dos ocasiones, se reúne todos los martes en la Logia donde encontró un aprendizaje “labrar tu propia piedra bruta para ser una mejor persona: la filantropía es uno de los pilares de la institución”.
Espera que lo recaudado en la novela se donará a karmas.life una fundación que ayudará a las personas que necesiten algún apoyo para movilizarse.
“Hay muchas personas que tienen un pariente que perdió una extremidad, yo les doy un buen consejo, pero la idea es crear un banco de prótesis, para donarlas a jóvenes o personas adultas para que sean productivas”, dijo.
La presentación de “Karma” será el sábado 7 de mayo a las 2:00 de la tarde, para el público en general en el salón 1 de la Gran Logia de Nuevo León, ubicada en Escobedo 414 norte, en Monterrey.
