Cd. de México.-
Como un verdadero milagro calificó José Gómez la cirugía que le salvó el brazo a su pequeño Fabián después del ataque de un lobo en el zoológico del Parque del Pueblo, cuyo pronóstico era más que reservado.
En agradecimiento a la Virgen de Guadalupe, el padre de familia, oriundo de Jalisco, prometió acudir de rodillas a La Villa abrazando a su hijo de 9 años, a quien también le regalará el videojuego que tanto anhela, pues además le servirá de tratamiento para recuperar la movilidad.
Desde que el viernes pasado José y su hijo llegaron en helicóptero al Hospital de Alta Especialidad de Zumpango, la evolución ha sido muy satisfactoria para el menor.
“Va evolucionando favorablemente, para mí es un milagro y gracias a la intervención de todas las personas que nos ayudaron es que mi hijo está con su mano todavía bien, yo estaba deshecho”, compartió.
“Él ya quiere salirse, anoche que estuve con él decía ‘Papá tráeme perfume’, le encantan los perfumes, ‘porque ya me quiero ir, ya me quiero bañar, tráeme mis calzones’, porque está sin calzoncitos. Ayer ya agarró mi celular, días antes ni ganas tenía, lo veo más animado, ya comió bien, desayunó mejor, está muy bien”.
En el trayecto al hospital, el pequeño —cursante del tercer grado y amante de los perros— vio de reojo el aeropuerto capitalino y pidió a su papá regresar a Jalisco en avión “para que todo vuelva a ser como antes”.
—Padre pierde empleo tras incidente
El plan de José era regresarse el sábado para llegar a tiempo a su empleo como capitán de meseros en su natal Zapotlanejo, pero el suceso trágico lo dejó ya sin empleo ni dinero.
“Tenía cerca de 20 años que no venía para México, mi idea era llevar a mi hijo a Chapultepec y a La Villa porque quería que conociera a la Virgen, yo no tenía el gusto de conocer el zoológico”.
Mientras su familia visitaba el Parque del Pueblo, José se había quedado a arreglar los frenos de la camioneta en la que llegaron desde Jalisco. Cuando se enteró de lo sucedido, acudió directamente al Hospital de La Perla, pero no le permitieron ver al niño y sólo le dijeron que estaba muy mal y que iban a hacer todo lo posible.
“Mi hijo ama los perros y dice que vio el perrito y todos estaban comiéndose una paleta, se brincó el pedacito de seguridad. Dice que sí lo acarició, pero ‘el perro volteó y fue donde me agarró’”, narró. “Sí fue un descuido, pero ahorita que estuve viendo el parque, para un lobo creo que en esa malla que tiene, cabe perfectamente la mano de un adulto”, agregó el padre del niño, que podría ser dado de alta en 15 días.