El seis de diciembre pasado, en mi colaboración para Hora Cero Deportes, escribí sobre las dos oportunidades históricas que el equipo de los Tigres desaprovechó bajo el mando de Ricardo Ferreti para consolidarse como una dinastía. Ya con técnico nuevo, los renovados felinos se acaban de gastar este domingo su segunda oportunidad en la construcción de la era “caonista” con Miguel Herrera.
En mi comentario decembrino escribí que las hazañas deportivas se logran cuando se unen la capacidad, la mentalidad y la oportunidad. En las dos ocasiones desperdiciadas por Tigres con Herrera en la dirección hubo capacidad y mentalidad, pero la oportunidad de mostrar el potencial deportivo se ignoró y se prefirió jugar a cuidar el resultado más que a incrementar con poder ofensivo la ventaja.
Así pasó en León el torneo pasado y así acaba de ocurrir el domingo en el volcán. Después de la victoria en el Estadio Azteca, los Tigres regresaron a casa para cuidar la ventaja. En León, el propio Herrera reconoció que el haber cambiado su esencia ofensiva lo llevó a cometer el error en la estrategia y quedar eliminado por posición en la tabla. En la serie contra el Cruz Azul, el gol extraño de Dueñas, el poste, la gran actuación de Nahuel y la posición en la tabla le ayudaron a Tigres.
Si se pretende ganar la liga, Herrera no puede dejar pasar más oportunidades. La capacidad y la mentalidad ganadora existen como se demostró en la serie al aguantar con uno menos por bastante tiempo y con los rivales encima. Ahora lo que sigue es aplicar la inteligencia, la experiencia y los recursos para preparar la serie contra Atlas de una manera que defienda atacando, y no que pretenda con mezquindad guardar una posible ventaja por lugar en la clasificación.
Dos torneos, dos errores de planteamiento en la liguilla. El primer error los dejó fuera, el segundo los puso contra la pared. Por el bien del futbol regio, ojalá que el tercero no llegue en los próximos cuatro partidos que separan a los felinos de la octava estrella.
Regias, fuera
En un partido de vuelta para el olvido en el estadio Akron, las Amazonas de Tigres Femenil se quedaron sin acceso a la final, apenas la segunda ocasión en la historia de la liga donde las felinas no estarán disputando el título.
Entre las lesiones de Jaqueline Ovalle en la ida, y Mia Fishel en la vuelta, a Roberto Medina se le nubló la estrategia y mandó a sus jugadoras a meter pelotazos en Guadalajara, esperando que Uchenna Kanu y Stephanie Mayor le resolvieran el partido con alguna genialidad. De nuevo, capacidad y mentalidad comprobada, pero la oportunidad que daban dos goles de ventaja se desaprovechó con un planteamiento vago.
En el BBVA, el gozo de las campeonas defensoras tras empatar el marcador global en la semifinal entre Rayadas y Pachuca se fue al pozo dos minutos después con un contragolpe que le dio a las Tuzas el triunfo en el global y así avanzar a la final.
Para los equipos regios, las eliminaciones deben de ser oportunidades de elevar aún más el techo deportivo de élite que han mantenido, quizá con cambio de técnicos o de jugadoras, a finde regresar a reclamar el trofeo que desde que se inició el futbol profesional femenil en México se ha radicado en el Norte.
La final Tuzas vs Chivas refresca la liga hasta cierto punto, porque para los intereses centralistas de televisoras y equipos, el no tener, especialmente a Tigres, peleando por el título es alentador; sin embargo, la base de aficionados que Rayadas y felinas han construido con éxito en la cancha supera por mucho a cualquier equipo de la liga, lo que anticipa que los niveles de audiencia y asistencia se quedarán lejos de los que se logran en el volcán y el BBVA.
Horacio Nájera es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UANL y maestrías en las Universidades de Toronto y York. Acumula 30 años de experiencia en periodismo, ha sido premiado en Estados Unidos y Canadá y es coautor de dos libros.