Durante la última década, la afición de los Tigres se acostumbró a ver a su equipo no solo en la Liguilla, sino a verlo disputando finales y, muchas veces, ganando campeonatos, algo que a lo largo de su historia pasó a cuenta gotas.
Cinco títulos de Liga, tres Campeón de Campeones, una Liga de Campeones Concacaf, una Copa MX y un Campeones Cup, fue el legado que dejó Ricardo Ferretti en el club en su tercera etapa, esto sin contar las finales perdidas en la Copa Libertadores de América y el Mundial de Clubes.
Sí, hay que aceptarlo, muchos de los títulos, especialmente el del Clausura 2019, se dieron con un fútbol robotizado, feo, ortodoxo y poco espectacular aunque sí muy efectivo.
A pesar de los títulos, una parte de la afición siempre pedió a la directiva un cambio en la dirección técnica, ya que para ellos, se pueden ganar campeonatos con un fútbol más espectacular, incluso muchos consideraron que con otro estratega se habrían ganado más títulos en la década pasada.
El plan de la nueva directiva felina fue conservar a Ricardo Ferretti, pero el brasileño se desesperó ante la tardanza de la renovación en su contrato y empezó a realizar declaraciones y cosas que no gustaron a los dirigentes que, entonces sí, buscaron un cambio de rumbo.
Ya pasó un año de la llegada de Miguel Herrera al equipo y sí, se ve un cuadro más espectacular, goleador y pirotécnico, pero en este tiempo el equipo no ha disputado una final y menos ganó un campeonato.
La escuadra auriazul se quedó en serie de semifinales el torneo pasado al ser eliminada por el León por el criterio de mejor posición en la tabla y, en este torneo, está a punto de quedar fuera en la misma fase a manos del Atlas, que lo zarandeó feo en la Ida de la Semifinal en el estadio Jalisco.
Sin finales y sin títulos, el legado de Ricardo Ferretti se convertirá en un fantasma que aterrorizará a los técnicos que estén o lleguen al banco felino, porque la afición ya se acostumbró a ver a su equipo levantar la copa y menos de eso no le permitirán.
La pregunta para la directiva será, ¿vale la pena sacrificar el espectáculo por títulos o los títulos por el espectáculo?
Tigres, en una parte de su primera época de oro, demostró que los títulos y el espectáculo sí pueden ir de la mano, pero en el fútbol moderno todo ha cambiado y cada vez es más difícil ver ambos condimentos en un mismo guiso.