Esto dice (entre otras cosas muy bien fundamentadas), Javier Livas en su columna del 21 de mayo, titulada “Enigma” en el periódico El Norte:
“En cuanto al problema del agua, considero que encontrar soluciones prácticas y urgentes tiene mucha más prioridad que la construcción de las líneas nuevas del Metro. Sin agua, no habrá habitantes a quienes transportar. Tampoco habrá actividad industrial, ni agua para surtir cocas y cerveza.” -y tiene mucha razón Javier Livas en su planteamiento.
Pero también es importante que, además de encontrar urgentes soluciones para tratar de evitar la catástrofe sin precedente, que se nos avecina, cuando Monterrey morirá deshidratado si no llueve pronto; debemos encontrar y castigar a quienes la propiciaron por corrupción, negligencia, ineptitud, inoperancia e irresponsabilidad. Y también exigirles a los que saben y callan, que proporcionen la información necesaria para que se haga justicia. Ya que de otro modo, deberá ser tratados como cómplices.
Como dijo alguna vez Albert Einstein: “El mundo es un lugar peligroso, no por causa de los que que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo”.