Vamos a suponer que el Gobenador Samuel García Sepúlveda, en efecto tiene la intención de apoyar a los gobiernos municipales y quiere que tengan gestiones efectivas y eficientes en beneficio de Nuevo León. Sin embargo sabe que, de lograrse esa buena gestión, al final, el mérito será para los partidos a los que originalmente pertenecieron esos ediles. Y la gente dirá: “¡Mira qué bien lo hizo el PAN!” o “¡Mira qué bien lo hizo el PRI!”. Pero en política, nada es gratis…Así que el apoyo, la agilización, la inversión y las facilidades para que esos alcaldes tengan buenos resultados en sus respectivos municipios, se dará sí y solo sí, el mérito y el reconocimiento popular (que luego se traduce en votos), es para Movimiento Ciudadano.
La maniobra es audaz, pero no deja de ser riesgosa, porque aunque la mona se vista de seda, mona se queda…Puede ser que los alcaldes (independientemente del color que vistan) no obtengan los resultados que de ellos se esperan y entonces la audaz y disruptiva maniobra política resulte contraproducente. Supongo que Samuel tiene bien medido el riesgo.
El hecho es que, queda claro que, si los van a apoyar más por afiliarse al partido del gobernador, más vale que den el kilo (de naranja), ya que el mérito final con objetivo electoral, se lo llevará y se lo cobrará bien cobrado MC.
Samuel estáconstruyendo hegemonía, está fincando las bases para una supremacía de gobierno y electoral para su partido MC, bajo la vieja premisa de que “Si quieres que te ayude y te vaya bien, debes unirte a mis filas”. …¿O habria que pensar desde otro ángulo, en el tenor de que si no te unes, “si sabes contar, no cuentes conmigo”?
Así de simple. ¿A qué partido le habíamos visto esta actitud antes? Es como la Mátrix recargada.