Hybris, en los antiguos griegos era una enfermedad con la que los dioses castigaban a los reyes cuando no se comportaban con ecuanimidad, sino por el contrario, con soberbia y desmesura. Una arrogancia que les acarreaba como castigo volverse locos antes de ser destruidos.
Aunque algunos dirán que eso es uno de tantos cuentos de la mitología griega, pero en la actualidad se está viendo que no tiene nada de fantasioso el anterior relato. Basta ver el comportamiento de Francisco García Cabeza de Vaca, para percatarse que por la forma irracional y desequilibrada con que pretende retener el Gobierno de Tamaulipas, ya es víctima del Hybris.
Y en consecuencia, su destrucción ya está en proceso.
Está gobernando inspirado por una pasión exagerada como el querer tener tras las rejas a figuras del morenismo tamaulipeco, y de coleada al dirigente nacional de ese movimiento político, Mario Delgado Carrillo. Y como la propaganda negra que orquestó en contra de Américo Villarreal Anaya no causó daños en el ánimo del electorado, ahora recurre al Fiscal Carnal.
Que por lo pronto ya trae en problemas legales a los alcaldes de Cd. Victoria y Reynosa, Eduardo Gattás y Carlos Víctor Peña, quienes sabedores de cómo se las gastan los jueces penales del fuero común, han tenido que refugiarse para luego a través de juicios de amparo neutralizar las acusaciones.
Pero el objetivo principal no son los alcaldes, sino hundir al candidato a gobernador con unos documentos provenientes del extranjero, papelitos que ninguna autoridad ha certificado su autenticidad, ni siquiera el banco emisor, y esa ausencia de formalidad no les da valor probatorio.
Sin embargo, la intención no es llevar a juicio a Américo Villarreal Anaya o a su vástago Américo Villarreal Santiago, sino denigrarlo con la peregrina intención de que el electorado le voltee la espalda, pero, no obstante la campaña negra, el candidato morenista conserva una ventaja promedio de 2 a 1 en la suma de los resultados de las encuestas registradas tanto en el INE como en el Ietam.
Resultados que por cierto son similares a los que arrojó la encuesta de HORA CERO y que podrá leerla en esta misma edición. Sólo que, mientras se arriba a la jornada electoral, Vaca, sin cabeza, agita Tamaulipas sin importarle incendiar la elección.
¿ESTÁN DESESPERADOS?
Eso es evidente y como consecuencia de ese estado de ánimo están incurriendo en abusos en el ejercicio de la acción penal, porque sin probar en forma indubitable la ilicitud del recurso piden la judicialización de las carpetas de investigación que aperturaron en contra de alcaldes morenistas y operadores políticos, sabedores de que los tapetes que tienen por jueces les acordarán de conformidad lo solicitado.
Todo lo anterior está causando un caos político que si la Secretaría de Gobernación no interviene, el 5 de junio puede terminar mal, muy mal.
Sorprendiendo por qué no intervienen los moradores del Olimpo de la 4T, pues de que García Cabeza de Vaca ya está infectado por el Hybris eso es muy evidente. Y como su desmesura no tiene límites no se puede dejar a Tamaulipas en sus manos. Se requiere la intervención de la Federación para evitar daños mayores.
AMÉRICO Y EL TRUKO
Culminaron sus respetivas campañas electorales sin incidentes, desarrollaron proselitismo por los 43 municipios aunque el candidato azul no se paró por la zona naranjera por razones fáciles de colegir.
Pero en la generalidad, desarrollaron proselitismo y en ésa actividad estuvieron muy parejos, lo que no se reflejó en las tendencias electorales que desde un principio hasta el final fueron marcadas favorablemente hacia Américo Villarreal Anaya.
¿Y POR QUÉ?
Primero, porque mientras el efecto AMLO fue un viento a favor de la nave morenista, el efecto Cabeza de Vaca fue un pesado fardo en la nave azul. Segundo, el 70% de los tamaulipecos lo mismo en encuestas que en diversas formas han expresado que quieren que arribe al gobierno estatal un partido diferente, o sea, nada con el PAN. Tercero, que en los 12 municipios gobernados por alcaldes guindos, habita el 70% del padrón electoral, es decir, 2 millones 27 mil 812 ciudadanos en edad de votar. Y cuarto, que Américo Villarreal ganó en el 2018 la elección para senador, y además ha tenido una carrera profesional como cardiólogo sin escándalos.
Aparte de lo anterior pesa la circunstancia de que mientras los alcaldes morenistas están en el primer año de su administración, el gobernador ya está prácticamente con un pie afuera y en un descuido, saldrá de la Casa Tamaulipas disparado rumbo a Texas, y en política se atiende al que está en posibilidad de hacer favores.
Cabeza de Vaca, actualmente no está en posición de hacer uno, porque su mente está ocupada pensando en cómo destruir a Tamaulipas, pero sobre todo en si se va antes del día último de septiembre próximo o hasta el final.
Esa decisión dependerá de lo que resuelvan los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el tema de su desafuero.
Que independientemente de lo que sentencien los Togados, Cabeza de Vaca tendrá que afrontar al juez federal de Almoloya que lo requiere y con una señal ominosa: el Ministerio Público pidió al juez aplique al coacusado del gobernador una pena máxima de 35 años de prisión.
Y con ese antecedente con qué ánimo podría alguien someterse al juicio sereno del juzgador. Hasta el más fraguado se quebraría al ir entrando a la sala del tribunal.
ALARMAN A LOS VOTANTES
Por vía telefónica lo mismo de línea que de celular están transmitiendo mensajes alarmantes en los que previenen no salir a votar, porque ese día se van a soltar los demonios.
Es fácil deducir de dónde provienen las alarmas, pero no las atienda, es la desesperación lo que les lleva a recurrir a todo pero hay límites, que para no transgredirlo estará la Guardia Nacional y como dice el refrán: El diablo sabe a quién se le aparece.
Y hasta la próxima.