Disculpen mis tres lectores de esta columna deportiva, pero en los últimas semanas andaba bien “enquehacerado” en temas político-electorales por las elecciones en Tamaulipas, y además me eché una vueltecita entre de relax y trabajo a la Ciudad de México.
Seré breve en esta ocasión destacando la participación de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la Universiada 2022 que tuvo lugar en Ciudad Juárez, logrando la supremacía por 15 años de manera consecutiva.
No hay institución que haga sombra a los deportistas tigres en una década y media. Ni los Pumas de la UNAM, ni tampoco los Borregos del Tecnológico de Monterrey, aunque sumaran las medallas y puntos obtenidos por las las delegaciones que representaron a sus diferentes campus.
Cierto que la UANL es una potencia estudiantil a nivel nacional, sin embargo, habrá que trabajar más para que de sus aulas salgan representantes con posibilidades de medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Basta recordar que en Río de Janeiro 2018 el lanzador de martillo Diego del Real ocupó el cuarto lugar estando a centímetros de obtener el bronce de manera sorpresiva. Aunque después se desinfló en Tokio 2022.
Entre el 15 y 24 de julio se llevará a cabo el Mundial de Atletismo en Eugene, Oregon, Estados Unidos -competencia considerada la tercera en importancia después de unas Olimpiadas y un Mundial de Futbol-, y no tengo información que algún deportista de la UANL estará presente.
Ese será el gran reto de las nuevas autoridades de la institución. No solamente festejar la quinceava corona en una Universiada, sino continuar y, por qué no, aumentar los apoyos y los incentivos a deportistas y cuerpo técnico con miras a la cita parisina. ¡Suerte y felicidades!