Monterrey, N.L.-
Se conoce a la Hipertensión Arterial Pulmonar como un grupo de varias enfermedades crónicas y catastróficas que se caracterizan por la restricción del flujo sanguíneo que provoca un aumento en la presión de las arterias pulmonares, lo que provoca insuficiencia cardiaca derecha y muerte temprana.
El día en el que se conmemora la lucha contra la Hipertensión Arterial Pulmonar es cada 5 de mayo.
“La Hipertensión Arterial Pulmonar es una enfermedad considerada rara que afecta a las arterias pulmonares y en los últimos 30 años la ciencia se ha dado a la tarea de incrementar el número de tratamientos farmacológicos para esta enfermedad”, señaló vía telefónica la doctora Nayeli Zayas Hernández, médico internista con especialidad en Fisiología Pulmonar del Instituto Nacional Cardiología (INCar).
Explicó que las arterias pulmonares se cierran debido a ciertas sustancias y alteraciones, y la función de los medicamentos es dilatar estas arterias.
“Y en estas tres décadas se han buscado combinaciones de medicamentos que hacen este efecto, como estas tres vías, la vía de la endotelina, la vía de la prostatitina y la vía del ácido nítrico; y estas sustancias hablan de esas moléculas que cierran o abren las arterias pulmonares.
“Entonces los medicamentos van a bloquear una de estas vías o a incrementar la cantidad de estas vías para causar vasodilatación”.
Mencionó que recientemente se publicaron los protocolos de atención al paciente de HAP tanto en adultos como en niños y de Hipertensión Pulmonar por Tromboembólica Crónica (HPTEC).
“Estos protocolos de atención tiene el objetivo que se realicen de manera sistematizada en todos nuestros sistemas de salud porque participaron todas las instituciones públicas como el IMSS, el ISSSTE, SEDENA, Secretaría de Salud y con la aprobación de estos protocolos se pretende que se pueda llegar a un diagnóstico de manera correcta”, afirmó.
Con la publicación del Protocolo Técnico para el Tratamiento de la Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) por parte del Consejo de Salubridad General (CSG), con el que México se distingue del resto de los países al ser el primero y único documento en Latinoamérica que estandariza y homologa la atención médica en todas las instituciones de salud pública y privada, en favor de los más de 4 mil pacientes mexicanos que se estima viven con la enfermedad.
Por otro lado, todavía hay confusión entre la Hipertensión Arterial Pulmonar y la Hipertensión Arterial Sistémica.
“Es importante identificar la Hipertensión Arterial Sistémica, que es la que afecta las arterias que nacen del lado izquierdo, es decir las que están periféricas y que afectan al corazón, mientras que la Hipertensión Arterial Pulmonar afecta a las arterias que están dentro de los pulmones que afectan el lado derecho del corazón.
“Además hay que poner atención a los síntomas, en la Hipertensión Arterial Pulmonar, los pacientes refieren falta de aíre, cansancio, piernas hinchadas y los labios tienen un tono azulado o morado y a veces hay insuficiencia cardiaca del lado derecho”, añadió.
Indicó que el síntoma más grave es cuando un paciente se desmaya cuando hace un mínimo de esfuerzo, y es una señal que se debe atender de inmediato.
Zayas Hernández dijo que la prevalencia de HAP es de 17 casos por millón de habitantes y de incidencia son 4 casos por un millón de habitantes, y en México se presenta más frecuentemente en mujeres jóvenes de 35 a 45 años de edad.
Y sobre cómo afectó la pandemia a los pacientes de HAP señaló que fue complicado darles seguimiento porque no podían acudir a consulta, pero un aspecto positivo fue que los pacientes conocen muy bien los riesgos de su enfermedad, por lo que se cuidaron más durante esta crisis sanitaria causada por el COVID-19 y sus variantes.
“Si bien la limitación para el seguimiento fue un punto complicado, pero también nuestros pacientes saben identificar los datos de alarma y entonces acudían a urgencia, pues en algunos hospitales sí seguía brindando atención a los pacientes de HAP.
“También el área en particular de cardio neumología nunca fue un área que se cerró completamente, si acaso fue por un par de semanas, entonces pudimos llevar a cabo diagnósticos de primera vez, incluso cirugías de tromboembolia crónica”, apuntó.
La doctora Nayeli Zayas recomendó a quienes tengan la mínima sospecha, a que acudan a un centro de especialidades en donde se pueda hacer el diagnostico de confirmación y entre los estudios que se realizan, pero el principal consiste en un cateterismo cardíaco derecho.
“Es un estudio que mide la presión de la arteria pulmonar, y es un estudio importante porque si no se les hace el diagnostico exacto, puede en estar tomando tratamiento sin necesidad y mi primera recomendación sería cerciorarse que el diagnostico sea de un centro experto, y que se siga un tratamiento farmacológico adecuado, ya que actualmente están siendo más accesibles en las instituciones de salud pública.
“Y una vez con el tratamiento, se busca que el paciente tenga la mejor calidad de vida posible, ya que son enfermedades crónicas, pero se pueden sobrellevar con el tratamiento y un apego a su alimentación, a los medicamentos y a sus revisiones periódicas. Afortunadamente las investigaciones continúan para probar medicamentos que puedan cambiar la historia de esta enfermedad”, puntualizó la especialista.