Progreso, Yuc.-
Miguel Luciano Martínez Tzuc y Orlando Irving Suárez Pérez, se convirtieron hace unos meses en la primera pareja gay en casarse en Yucatán tras la aprobación del matrimonio igualitario en la localidad y ahora aseguran que son víctimas de hostigamiento y discriminación de parte de funcionarios del Ayuntamiento de este puerto de la entidad.
Los quejosos son miembros de la comunidad LGBT en Progreso y son miembros del movimiento a favor de la defensa y derecho de la comunidad y la diversidad sexual.
Miguel Luciano Martínez Tzuc relató a EL UNIVERSAL que por recomendación médica y ante el hostigamiento y problemas que tuvo en su trabajo con funcionarios del Ayuntamiento de Progreso, acabó por renunciar ya que registró varios percances de salud ante el estrés, la preocupación y los conflictos que le generaba estar ahí.
Su esposo, Orlando Irving permanece laborando en Desarrollo Social del Ayuntamiento Progreseño pero señala que también ha tenido algunos conflictos pues le cambiaron de área y departamento.
Ambos, ignoran sí el alcalde Julián Zacarias Curi, sabe de esta situación porque en Progreso es “vox populi” que sus colaboradores aseguran que ” busca ser el candidato del PAN al gobierno de Yucatán en el 2024″, porque -dicen- tiene el apoyo del gobernador Mauricio Vila Dosal y por tanto, anda en recorridos con otros alcaldes buscando una posición política futura y ya no atiende directamente muchos de los asuntos de la comuna progreseña.
—Irving y Miguel llevan años de lucha a favor de los derechos y el respeto a la diversidad
Tanto Irving como Miguel Luciano son gente que ha luchado desde hace años a favor de los derechos y el respeto a la diversidad y no saben sí es por su preferencia sexual o por los liderazgos en la comunidad LGBT que están siendo objeto del hostigamiento y discriminación en sus labores y su vida cotidiana.
Los inconformes acusaron al Oficial Mayor del Ayuntamiento de Progreso, Alfredo Salazar Rojo y a la subdirectora de la Policía Municipal Ana Cristina González Dorantes, quienes directamente han estado actuando en su contra y presionando a Orlando Irving para que renuncie a su puesto como trabajador en el Ayuntamiento progreseño.
Al parecer, -consideran- que a los funcionarios de la comuna progreseña no les agrada los eventos y marchas a favor de la comunidad LGBT que realizan ambos en calles y colonias del puerto de Progreso.