AVP, 2004
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Dos exitosas franquicias de impresionantes monstruos extraterrestres que se confrontan con humanos, se reúnen para hacer lo que será una combinación explosiva.
El resultado es, en realidad, una cinta superficial, que toma como pretexto marcas conocidas para hacer una cinta con mucha acción, pero que se aparta completamente con el fundamento que le dio origen a los personajes. Sí, hay un depredador que se especializa en cazar víctimas, como si se tratara de animales para conseguirlos como trofeos. También están los aliens indestructibles que acaban con cualquier forma de vida que ven a su paso. Pero toda la historia trata únicamente de la impresionante exhibición de sus poderes.
La trama mínima presenta a Bishop (Lance Henriksen) el androide de Alien, convertido ahora en un próspero empresario, que reúne a un equipo de duros expedicionistas para que investiguen una rara formación arquitectónica construida bajo el hielo de la Antártida.
Al llegar encuentran que hay una colonia alienígena que espera ser activada, para salir a la superficie y acabar con todo, muy posiblemente con la humanidad. Pero no saben que simultáneamente ha llegado un grupo de depredadores que se encargarán de perseguirlos y ejecutarlos.
En medio de los dos se encuentran los humanos, que son como la carnada para los seres en conflicto.
Es muy divertida, con muchos efectos, aunque olvidable.
Y hay secuela.
(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)
@LucianoCamposG
