Decía mi abuelita… “es mejor pedir perdón que pedir permiso” y sí, hasta que se vuelve una costumbre porque no hay consecuencias.
Utilizar frases como “fue mi error”, “la regué”, “me equivoqué” son excelentes frases de salida que buscan cambiar el chip de quienes las escuchan. Esto lo saben los directores técnicos que con eso se sacuden, como también decía mi abuelita: “matan el gallo” y en las conferencias de prensa ya nadie cuestiona más y si alguien lo llega a hacer tendrá como respuesta un…. “trabajar y prepararnos para lo que sigue”.
Cada semana escuchamos lo mismo. Está bien asumir la responsabilidad cuando se cometen errores pero que no se les vuelva costumbre. Tigres y Rayados pierden y eso es lo que se escucha en las conferencias o le echa la culpa al pésimo arbitraje en nuestro fútbol. Lo malo, es que esos hábitos contagian y ahora hasta la seleccionadora del Tri femenil las dice. Se pierde 1-0 contra un país que por mucho no es lo que México en su Liga femenil que nos debería poner a pensar si el timón está en manos de la mejor capitana o si sólo es un espejo de la falta de seriedad de casi todos los dueños del balón en México hacia el balompié femenil (y digo casi todos porque sabemos quienes sí lo toman en serio).
Se tiene un premundial en tierras mexicanas, en la plaza que más responde y estamos a nada de no clasificar al mundial. Talento hay, ubicados que no para estar a la altura de Estados Unidos o Canadá pero sí para estar por encima del resto de los países de la zona. Quizá el talento falte en el banquillo y con frases trilladas o excusas no bastará para alcanzar un lugar en el mundial.
Las mujeres tienen más capacidad de alcanzar puestos más altos en mundiales que los hombres donde las cuestiones comerciales, los dólares y los lugares seguros en las convocatorias siempre existirán. En las mujeres es únicamente la dirección técnica la que podrá frenar ese desarrollo. Hay equipos que están trabajando muy bien en la Liga con semilleros importantes a nivel universitario pero si no se les marca el camino correcto se van a perder en ese abismo llamado negocio del fútbol.