Rafael Carioca se ha vuelto un símbolo del actual Tigres de Miguel Herrera.
Nadie como él representa la transición de un estilo, de un forma a otra, en la historia reciente de la institución.
Su estilo pausado, su técnica, su claridad, representan la forma de la época de Ricardo “Tuca” Ferretti, una época avalada como ninguna por los resultados, pero cuestionada por las formas.
Su estilo al mismo tiempo representa lo que Miguel Herrera quiere dejar atrás, para ofrecer el equipo vertiginoso, agresivo, vertical, que ofreció al asumir al frente de los Tigres.
El sábado ante Xolos, el público pidió, exigió, el ingreso de Carioca, a través de un grito que cubrió todo el Estadio Universitario.
Herrera concedió el ingreso del brasileño. No se sabe si para complacer al clamor por popular o por el convencimiento de era lo que necesitaba el equipo en ese momento, lo más seguro es que fue lo segundo.
El hecho es que el ingreso de Carioca le dio la claridad, el timing para hilvanar jugadas, también equilibrio, y finalmente la victoria.
Ese lapso del partido, con Carioca en el campo, además mostró un camino tentador, más equilibrado, pero menos vertical, un sendero que, con calidad de jugadores de Tigres, podría brindarles más solidez, pero menos emociones fuertes para la tribuna.
El pero es que no es ese el Tigres que ofreció “El Piojo”, algo así como un dilema. Un camino que podría ofrecer menos sobresaltos rumbo al título, pero alejado de las promesas.
En cuestión de formas, los números no siempre avalan la continuidad de un técnico.
Con 27 victorias, 13 empates y apenas 5 derrotas cualquiera pensaría que Antonio Mohamed tenía su puesto asegurado como director técnico del Atlético Mineiro.
Pero este viernes, la directiva del Atlético Mineiro anunció el cese del técnico argentino. “El Turco” tenía al equipo en el tercer lugar general del Brasileirao, a cuatro punto del líder Palmeiras, y había conquistado dos títulos.
¿Por qué decidieron cortar el proceso? Porque las formas no eran del agrado de los dirigentes, con todo y que el grupo de jugadores llevaba una buena relación con Mohamed y su cuerpo técnico, de acuerdo a la prensa de Belo Horizonte.
Cuestión de formas.