Valencia, Esp.-
La Audiencia Provincial de Valencia, condenó a tres internautas por el delito contra la integridad moral en contra de la familia de un niño enfermo de cáncer terminal, que fue objeto de un festival taurino en su honor pues su sueño era ser matador de toros.
Los internautas españoles, identificados como Manuel O. C., de 21 años, Aizpea E. O., de 33 y Bryan E. S. L., de 18, tendrán que que pagar una multa de 720 euros además de 3 mil más a los padres del niño, identificado como Adrián Hinojosa quien ya falleció.
Esta historia inició en octubre de 2016, cuando en la plaza de toros de Valencia se celebró un festival benéfico para homenajear al pequeño y recaudar fondos para la Fundación de Oncohematología Infantil del Hospital Niño Jesús.
El pequeño salió a hombros por parte de los participantes en la corrida y las imágenes llegaron a las redes sociales provocando reacciones tanto de apoyo como de rechazo.
Entre las reacciones que condenaron las fotos están las de los condenados, quienes escribieron cosas como: “Qué gasto más innecesario se está haciendo con la recuperación del niño este que tiene cáncer, quiere ser torero y cortar orejas”, “No lo digo por su vida, que me importa dos cojones, lo digo porque probablemente ese ser está siendo tratado en la sanidad pública, con mi dinero”.
También hubo quienes escribieron: “¿Que qué opino? Yo no voy a ser políticamente correcta. Qué va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaa! Adrián, vas a morir”, “Patético que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal, ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera”.
Seis meses después de la corrida de toros el pequeño Adrián falleció sin llegar a cumplir los 9 años.
Tras los hechos los padres de Adrián presentaron una denuncia que ha derivado en esta sentencia donde la Audiencia considera que “la inocencia” de un menor de 8 años cuando dice que quiere ser torero, destaca que los autores de esos mensajes conocían su edad y circunstancias y subraya que sus comentarios crueles destruyeron “los momentos breves de felicidad” que el homenaje en la plaza de toros había hecho vivir al pequeño.