Con esta columna voy a poner en pausa el tema del desaire en Nuevo Leó al futbol femenil que, por cierto, generó polémica entre algunos amigos, colaboradores y compañeros de Hora Cero, sobre todo por afirmar que hay machistas, misóginos y homofóbicos de clóset.
También en mis redes sociales hubo fanáticos a colores o equipos de la LigaMx varonil que ven en las mujeres con tachones y shorts a “gays”, “machorras” o “lesbianas” como si ser diverso fuera un pecado o, todavía peor, que no deben ni tienen la oportunidad de competir en el mal bautizado “juego del hombre”.
Hace días en menos de 24 horas en menos de 24 horas de ponerse a la venta se agotaron los boletos para ver el partido entre Inglaterra y Estados Unidos, dos potencias mundiales del balompié femenil. Las inglesas recién coronadas en la EuroFemenil, mientras las americanas en el Concacaf W disputado en Nuevo León.
El juego amistoso que se disputará en Londres el 7 de octubre próximo confrontará a la élite del futbol femenil, además de que el público varonil no debería ni parpadear ante tanta belleza en la cancha, entre otras, de la estadunidense Alex Morgan que fue la sensación en el Estadio Universitario y en el BBVA.
Estados Unidos ocupa el primer lugar del ranking de la FIFA, mientras que Inglaterra está en la cuarta posición. Además las americanas fueron las medallistas de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
No tengo pensando cruzar el charco para estar en Londres y comprar una entera en reventa, pero después de ver el nivel de Estados Unidos y Canadá en el Concacaf W, con gusto sería uno de los 65 mil espectadores.
Mientras tanto me consolaré y seguiré yendo a ver las Tigres (el apodo de Amazonas me cae gordo), porque me el estadio me queda cerca de casa y el ambiente es muy familiar. Y cuando pueda iremos también en familia con las Rayadas.
Y disculpen si alguien se puso el saco con mis dichos de fanáticos homofóbicos, machistas y misóginos, pero es muy cierto. Y lo escuché de varios… a quienes les queda justo a la medida.