No se ustedes, pero hoy, desde muy tempranito, entré a Twitter y Feis armado con mi trinche y antorcha virtual, listo para presenciar el linchamiento por los fracasos que se vivieron en la funesta jornada de ayer en el futbol mexicano.
Debo decir que estas revueltas virtuales me resultan harto divertidas, así que no me iba a perder la ola de memes, indignación y rasgaduras de vestiduras que (pensé), se vivirían como sucedió hace apenas unos días con la humillante derrota de los Pumas frente al Barcelona.
Mi lógica no era muy complicada: Si los opinadores, chicharroneros y técnicos de teclado estaban al punto del suicidio por la derrota de los unamitas frente a una de las más poderosas onceavas del mundo, cuantimás ahora que un seleccionado de “estrellas” de la Liga MX, además del equipo femenil a quien hace apenas unos meses aseguran que “les quedaba chica la liga”; fueron derrotados por escuadras de la MLS… como lo leen: ¡La MLS!
Pero no… pasaron las horas y no he visto nada digno de resaltarse en redes… básicamente me quedé esperando el linchamiento.
Y no entiendo: ¿Qué es más humillante? ¿Que te ensarten seis Lewandowski, de Jong, Dembélé, Pedri y compañía o que no le puedas ganar a Vela, Arriola, Fountas y otros tantos?
Y las chicas no cantan mal las rancheras. ¿No se supone que estas “super amazonas” tenían para dar y repartir a nivel mundial cuando, en realidad, todas sus incursiones con equipos extranjeros han terminado en derrotas?
No le voy a los Pumas y mucho menos… pero me llamó la atención el linchamiento que les aplicaron pues, decían los gritones, “enlodaron el nombre y prestigio del futbol mexicano”.
¡No nos hagamos tontos! El futbol mexicano no necesita que los Pumas arrastren su prestigio por los suelos… durante años ha sabido hacerlo y muy bien.
Ahí están la vergonzosa participación en el Concacaf W, el fracaso de los Premundiales que los dejaron sin Olimpiadas, la pena de ver cómo la MLS -una liga donde no se gastan los millones y millones de dólares que los dueños reportan-, ya los alcanzó, rebasó y los dejó tragando polvo.
El futbol mexicano está para llorar… afortunadamente hay equipos que tienen a los trompetistas que les ayudan a meter bajo la alfombra estas vergüenzas.
Yo por mientras guardo mi trinche y mi antorcha, esperando el próximo linchamiento en redes.
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