Cd. de México.-
Volver a la actuación después de nueve años no es cosa fácil. Eso es algo que Eduardo Capetillo reconoce tras regresar a los sets de grabación en una época en la que todo ha cambiado.
La última telenovela que grabó fue “La otra cara del alma”, al lado de Gaby Spanic, misma que terminó de consolidarlo como uno de los galanes más queridos de la televisión; sin embargo, decidió retirarse por un tiempo para disfrutar a su familia y llevar una vida más tranquila en su rancho del Estado de México.
Ahora regresa por la puerta grande, con un formato que, aunque nuevo para él, se ha convertido en uno de los más exitosos de México y el mundo entero: el streaming. Capetillo protagoniza la serie de Netflix, “Donde hubo fuego” y aunque para él es un placer estar en su ambiente natural, también es inevitable notar las diferencias entre la manera de hacer televisión antes con la de ahora.
“Este proyecto es un híbrido entre telenovela y serie porque tiene todos los elementos de una telenovela, pero también esta enorme apertura que tienen hoy en día los proyectos en plataformas digitales, no como la televisión convencional que yo hice durante muchos años. Aquí tienes un rango mucho más amplio como actor para poder moverte de un lugar a otro y lo que me cautivó, en este caso, fue la historia como tal”, cuenta Eduardo en entrevista.
El actor asegura que durante el tiempo que estuvo lejos de las cámaras y los foros recibió muchas propuestas de producciones en streaming, pero lo que lo convenció de esta serie, creada por el chileno José Ignacio Valenzuela, es que “tiene todos los personajes muy bien estructurados”; además de que retrata situaciones y sentimientos más humanos de lo que anteriormente realizaba.
Con el papel de Ricardo Urzúa, el actor de 52 años, se meterá en la piel de un bombero que fue recluido por 25 años en una cárcel de Estados Unidos, por un crimen que él no cometió. Al salir de prisión busca encontrarse con sus hijos, pero uno de ellos ha sido asesinado en el intento por encontrar la verdad.
“Me encanta que Ricardo es un tipo real, un cuate con defectos que a lo largo de la serie se muestra transparente, con una resiliencia enorme. Sale después de 25 años de haber permanecido en una prisión para recuperar ese tiempo perdido y entonces se enfrenta a una gran adversidad que se le va presentando en el camino”, señala.
Esta primera experiencia con las plataformas digitales dejó en el exTimbiriche un gran sabor de boca, por lo que reconoce que le gustaría seguir trabajando con el director Valenzuela, mejor conocido como Chascas, y con Netflix, donde se estrenará esta historia el próximo 17 de agosto.
“La manera de hacer la serie para mí fue increíble porque el lenguaje de las cámaras es completamente cinematográfico, lo que lo hace distinto para mí es que es la primera vez que yo me enfrento a hacer tomas 360; eso fue muy complicado, pero cuando ves el resultado final es increíble”.
En el elenco también se encuentran actores como Itatí Cantoral, Esmeralda Pimentel y Polo Morín y su hijo, Eduardo Capetillo Jr.