Ser padres es quizás la tarea más difícil en la vida. ¿Cómo debemos ser con nuestros hijos? No sabemos si ser demasiado protectores o demasiado despreocupados…muy liberales o muy conservadores, muy exigentes o muy permisivos, severos o blandos… ¿Debemos dejarlos ser lo que quieran o hacerlos como queremos que sean? ¿Debemos tomar en cuenta nuestras expectativas o las de ellos? ¿Hacerlos competitivos o colaborativos, individualistas o equiperos, perfectos o mediocres? ¡No tenemos idea en realidad de si estamos siendo padres vicarios queriendo vivir a través de nuestros hijos aquello que nosotros no logramos, o si por el contrario queremos que a fuerza sigan nuestros pasos, nos igualen y nos superen! Por querer meterlos en un molde preconcebido podemos destruirlos y por no darles estructura podemos deformarlos. Demasiada libertad los pierde, demasiada restricción los nulifica,… Demasiado amor los asfixia la falta de amor los hunde… ¿Cuál es la medida?
La película de producción canadiense que están pasando ahora en Netflix, es una verdadera joya que expone lo complicado de ser padres en estos tiempos. (siempre ha sido complicado) pero ahora, con tanta información contradictoria, con tantas posturas, inclusión, selectividad, ambiciones, aspiraciones, competencia, drogas, justificaciones “terapéuticas” con diagnósticos psiquiátricos… que si Rivotril, que si Ritalin, que si Trastorno de ansiedad, o Depresión infantil, que si una cosa o la otra, en lo cognitivo, en lo conductual, en el género, en lo social, en el estatus… y el bullying, y la violencia, y la adicción al internet y a los videojuegos, que si la tolerancia, o la discriminación/selectividad o la desintegración familiar, … y así la lista continua y no hay padres de familia que estén criando a sus hijos en estos tiempos que no sientan por lo menos temor por la idea de que a sus hijos se los trague el mundo, se autodestruyan o se consuman en el estrés.
¿Sabemos dar amor? ¿Sabemos o tenemos alguna remota idea de qué es el amor o de como expresarlo sanamente como padres o madres a nuestros hijos? ¿Cuándo deben irse de casa? ¿Es acaso cuando quieran, cuando puedan o cuando los echemos del nido? ¿Qué pasa si no se van o deciden no irse? ¿Se convierten en “roomies- amigochos”, en huéspedes o siguen siendo “hijitos”? Realmente es muy difícil saber bien qué hacer o por lo menos saber si lo que estamos haciendo está medianamente bien. Vale mucho la pena ver la película “Guía para la Familia Perfecta” (Netflix) pues aborda estos temas con mucha actualidad incluyendo la fatiga de los padres, la incomunicación, el punto de contraste entre la humildad y la baja autoestima, entre la soberbia y el orgullo, entre las aspiraciones y las ambiciones… Nadie nace sabiendo ser padres…aprendemos sobre la marcha y muchas veces echando a perder, repitiendo errores generacionales… nadie nace sabiendo y a veces tardamos mucho en aprender a ser padres (si es que aprendemos algún día).