Los adolescentes están de regreso en la élite del tenis y ayer lo demostró el danés de 19 años, Holger Rune, al ganar el Masters 1000 de París.
En décadas anteriores, jugadores menores de 20 años eran el atractivo principal en el tenis profesional por su precocidad para llegar a las altas esferas de este competido deporte.
Así vimos como el top 20 del ranking mundial se colmaba de adolescentes como el estadounidense Aaron Krickstein, quien mantiene el récord de entrar a esta élite a los 16 años con 356 días en 1984.
Después llegó Michael Chang, quien lo consiguió a los 17 años y 75 días, Bjorn Borg llegó al top 20 a los 17 años y 172 días; Boris Becker, a los 17 años y 207 días; Mats Wilander, a los 17 años y 274 días, y Andre Agassi a los 17 años y 301 días.
Después de ellos, vino la época de los longevos en el tenis en la que, encabezados por el Big Three, los jugadores mayores de 20 años dominaron todas las estadísticas.
Desde que Roger Federer tomó el control, seguido de Rafael Nadal y Novak Djokovic, sin dejar de mencionar a Andy Murray, entre otros, el tenis se olvidó de los llamados “niños prodigio”.
De hecho, existió un puñado de tenistas llamados Next Gen que nunca pudieron quitarle el dominio tanto al Big Three como a los demás jugadores mayores que no les dejaban nada para su cuenta.
Pero todo volvió a cambiar con la llegada del español Carlos Alcaraz, el último en llegar al top 20 con menor edad, 18 años y 292 días, pero además se convirtió en el tenista más joven en ser número uno del mundo, con 19 años, cuatro meses y seis días.
Rune es otro de los adolescentes que se apunta para tomar el control del tenis profesional. De 19 años, ha hecho un ascenso rápido en su carrera.
Hace poco más de un año y con 18 años de edad, el danés dio un golpe de autoridad cuando le ganó un set a Novak Djokovic en el US Open del 2021 y desde entonces ha acumulado suficientes méritos para ser considerado un contendiente en los grandes torneos.
Clasificado en el lugar 103 del mundo a principios del 2022, en mayo Rune ganó su primer título ATP en Munich. Más tarde, en su debut en el cuadro principal de Roland Garros, derrotó al finalista de 2021 Stefanos Tsitsipas y llegó hasta Cuartos de Final.
En octubre llegó su segunda victoria, al conquistar Estocolmo, superando en la Final una vez más a Tsitsipas.
Ahora llega un avance aún mayor en su carrera, Rune ganó este domingo su primer título Masters 1000 en Paris, venciendo a Djokovic en un épico partido, lo que hará que llegue al décimo puesto del ranking mundial.
Sin duda los avances en el deporte, sistemas de entrenamiento, nutrición, ciencias aplicadas, equipo multidisciplinario, entre otros factores, han hecho que el tenista alargue su estadía en la élite.
Pero también existen los que antes eran llamados “niños prodigio”, que no son otra cosa más que aquellos que poseen una grandeza precoz y que están destinados a ser, sólo falta que alguien se encargue de encontrarlos y perfeccionarlos para llevarlos hasta lo más alto.