Como tal parece que se ha hecho una costumbre, Tigres comienza el torneo por debajo de las expectativas de su plantilla, hoy aumentadas con el drama de llegar como los actuales campeones y con dos titulares lesionados.
¿Es tiempo de comenzar a pedir la salida de Siboldi? Para nada.
Considerando los pasados 20 torneos -Apertura 2013 a Clausura 2023- después de las primeras tres fechas, solamente en cinco ocasiones los felinos no han perdido al menos un partido. Curiosamente, en tres de esos cinco campeonatos donde se arrancó sin derrota, el equipo fue campeón.
Más aún, expandiendo la estadística hasta la fecha cinco de cada torneo, el máximo de puntos logrados por los Tigres es de 11, que apenas se obtuvieron en la pasada temporada justo en la breve etapa de Diego Cocca antes de irse a la selección nacional. Antes de eso, la UANL había logrado solo diez unidades de 15 posibles. Lo menos después de cinco fechas -cuatro puntos- se registran en el Apertura 2015 del campeonato en penales frente a Pumas y en el Clausura 2017 donde se pierde la final vs Chivas.
¿Qué significa todo este galimatías estadístico?
Desde afuera, significa que la estructura del torneo mexicano permite que aún sin hacer campañas brillantes, existen posibilidades de llegar y hasta ganar una final. Con el nuevo formato, copia bananera de la NBA, en el que existen dos oportunidades para los de debajo de colarse en la liguilla, la esperanza es lo último que morirá más o menos desde la jornada 13 en adelante.
Tigres está acostumbrado desde hace rato a navegar en aguas turbulentas al inicio del torneo. Desde la época de Ricardo Ferretti, analistas han criticado que los universitarios inicien despacio y cierren con fuerza para alcanzar su tope en la liguilla.
Sea estrategia o sea circunstancia, parece muy pronto para prender alarmas, particularmente en las circunstancias actuales en las que Robert Dante SIboldi apenas tiene 16 juegos dirigidos, de los cuales tres -considerando la llamada “jornada cero” del Campeón de Campeones- son de la actual temporada.
Ahora, lo que si debe de preocupar y ocupar a los directivos y al entrenador es consolidar a los nuevos jugadores, afianzar a los refuerzos y eficientar a los veteranos. El calendario es largo y entre la liga y los torneos de la Concacaf el camino será tortuoso si la curva de rendimiento no se alcanza en lo individual y en lo colectivo lo más pronto posible.
De rebote
Ante la ineficiencia de la autoridad ministerial, el equipo América femenil presionó con éxito a la procuraduría de CDMX para que se localizara y detuviera al presunto responsable del ciberacoso a varias jugadoras de la liga entre las que también se encuentra la defensa de Tigres, Greta Espinoza.
Lamentable que la Liga BBVA MX Femenil se “cuelga” de los pronunciamientos de los equipos cuando su papel debería de ser mucho más proactivo representando a las afectadas y a los equipos en temas tan delicados como el acoso y el abuso a una de sus afiliadas.
Pero bueno, que se puede esperar de una institución que le apostó con éxito a barrer debajo de la alfombra la tragedia del estadio Corregidora y esperar a que la euforia de juego que sigue evapore las demandas de justicia y reparación del daño.
Horacio Nájera es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UANL y maestrías en las Universidades de Toronto y York. Acumula 30 años de experiencia en periodismo, ha sido premiado en Estados Unidos y Canadá y es coautor de cuatro libros.