Culiacán, Sin.-
En dos accidentes con características distintas, registrados en los municipios de Ahome y San Ignacio, cinco personas perdieron la vida, entre ellos un adolescente de nombre de 13 años de edad, y dos más resultaron heridos por lo que tuvieron que ser internados en hospitales.
Los cuerpos de rescate fueron alertados que, en la zona turística de las playas de Barras de Piaxtla, en el municipio de San Ignacio, tres adultos y un menor habían caído en una zona rocosa y el oleaje los arrastró al mar.
Personal de cuerpo de la marina y de Protección Civil unieron esfuerzos para sacar de la fuerte corriente y oleaje intenso a las personas identificadas como Héctor Alonso “N” y Gustavo “N”, los cuales fueron trasladados a un hospital de la ciudad de Culiacán.
Los cuerpos de Héctor “N” y del adolescente del mismo nombre de 13 años de edad fueron rescatados de las aguas de Barras de Piaxtla, en el municipio de San Ignacio, por lo que se notificó a la Fiscalía General del Estado sobre las defunciones.
Registran un segundo accidente en la carretera Los Mochis-El Fuerte
En un segundo accidente registrado sobre la carretera Los Mochis-El Fuerte, los tres ocupantes de un vehículo Honda Accord, los cuales viajaban a exceso de velocidad, perdieron la vida al volcarse y estrellarse contra los árboles del camellón.
Según los primeros peritajes, el conductor de la unidad perdió el control y se salió de la cinta asfáltica, se volcó y se impactó contra los árboles del camellón de la carretera, por lo que los cuerpos de auxilio tuvieron que abrir huecos para intentar rescatarlos.
Los paramédicos de la Cruz Roja que acudieron al sitio del accidente, muy cerca del ejido Cinco de Mayo, en el municipio de Ahome, determinaron que dos de sus ocupantes habían muerto y un tercer pasajero fue trasladado aún con vida a un hospital, donde falleció poco después.
Ninguna de las víctimas portaba identificaciones, por lo que sus cuerpos fueron enviados a una casa funeraria para practicarles la ley y tomar sus huellas digitales, para cotejarlas y esperar que sus familiares acudan a reclamar los cuerpos.