El efecto de la final regia en el año 2017 tiene sus consecuencias al día de hoy, la institución de los Rayados del Monterrey no encuentra un proyecto que le devuelva esa época dorada tan memorable que hizo que los ojos de México voltearan a ver al equipo del Cerro de la Silla en los años del 2009 -2013.
Hoy el Monterrey es una caricatura de esa época dorada, un equipo con muchos recursos económicos, con un gran respaldo de una de las empresas más importantes del país, pero que no encuentra o no quiere encontrar un proyecto a largo plazo que involucre un entrenador serio, unas fuerzas básicas sólidas que a la postre sean la base del primer equipo y finalmente apuntalar con jugadores extranjeros claves en todas las zonas del campo.
Los Rayados están tan obsesionados en lograr alcanzar o no quedarse rezagados del equipo de San Nicolás de la Garza, que sus armados de equipo son con el objetivo de quedar campeones de inmediato, esto solo ha provocado fracaso tras fracaso. No existe proyecto, solo hay la necesidad de quedar campeón, contratando al entrenador de “moda”. En el Monterrey no existen jugadores con sentido de pertenencia hacia el equipo, no hay jugadores que sientan la camiseta desde fuerzas básicas, no hay líderes, sólo son jugadores que fueron contratados para ponerse la playera y tratar de llegar a la final.
Lo que mostró el equipo de la Sultana del Norte en los cuartos de final, es de equipo chico, salió a no perder en San Luis y ya en el gigante de acero tuvieron cero reacciones al empate del San Luis (el Tano se quedó helado como hace seis meses), todo estaba cantado que con la ventaja San Luis saldría a especular y con un solo gol le salió para instalarse en las semifinales del torneo mexicano y de paso darle un golpe de realidad a los Rayados, marcándolo como un equipo del montón.
Dicen que las comparaciones no son buenas, pero seamos sinceros: el Monterrey siempre hizo lo posible por contratar un jugador de las características similares a Gignac, el ejemplo más claro la famosa “Bomba”, que por cierto ¿Alguien lo ha visto? Un jugador con buen cartel en España que no era una posición que Rayados ocupara, se notó a leguas que solo fue un jugador para complacer a la afición porrista del Monterrey y no tanto para reforzar a la plantilla.
Mientras que en Tigres se observa como los líderes, que son ejemplo para los jóvenes futbolistas, se echan al equipo al hombro sabiendo jugar liguillas; en Monterrey también hay jugadores que levantan la mano, como Funes Mori o Ponchito González, son los primeros en levantar la mano para irse de vacaciones, cada que el equipo queda fuera de competencia, ya sea a Disney, París, Dubái y la Riviera Maya.