700 millones de dólares, 10 años, un jugador, un deporte llamado beisbol que ni siquiera es el deporte número 1 del mundo. El jugador japonés Shohei Ohtani, quien se presume como el mejor jugador en el planeta beisbol, siendo pitcher y bateador, con números consistentes y todo un país listo para ser conquistado con la mercadotécnica más simple, firmarlo con un contrato histórico que resuena en todo el orbe.
Los Ángeles Dodgers, los mismos de Fernando Valenzuela, dan el campanazo firmando al agente libre más cotizado del mundo del beisbol, al jugador asiático le hacia falta exposición y realmente contender por un campeonato, a los Dodgers les hacía falta una pieza que redondeara un plantel ya de por si poderoso pero que después de campeonar, le ha faltado ser redondeado con la calidad necesaria para llevarse de nuevo un trofeo a casa.
La apuesta es interesante, riesgosa y a la vez de escándalo, darle 700 millones en 10 años a un jugador de 29 años esperando que sea consistente cada uno de ellos, y no hablo en lo físico sino en lo mediático, para poder recuperar y ganarle a esa inversión de riesgo, para lo cual debieron haber estudiado muy bien esa transacción ya que en el futuro venderán hasta los calcetines del nipón.
Siempre está la posibilidad que con este tipo de contratos en el futuro los inversionistas vendan al equipo y un jugador como Shohei le de valor al equipo para obtener más dinero, por otro lado, tendrán que rodear año con año de talento a este jugador para que el coach tenga armas para obtener campeonatos, ya que no hay otra meta que lograr series mundiales para que resuene hasta el imperio del sol naciente.
Por otro lado se habla que la manera de pagar el contrato no será año tras año dentro de los 10 años del contrato, sino que el japonés pidió o negoció recibir solo 2 de los 70 millones anuales cada año en los primeros 10 años, pasados los 10 años de su contrato entonces habrá otros 10 años donde reciba los 68 millones restantes por cada temporada, quedando en un acuerdo de 20 años, pero lo interesante es que pasados los 10 años, puede mudarse de California y vivir en otro lado y recibir la mayoría del pago con una tasa de impuestos distinta a la pesada carga fiscal californiana, famosa por ser alta.
Ohtani no ha estado exento de lesiones, no podrá ser pitcher en el 2024, pero después en teoría sí, a la par que necesitará batear como un monstruo para compensar lo invertido. Los boletos serán más caros, las transmisiones y patrocinios costarán más y el producto seguirá inflándose como una burbuja que para el bien de Shohei, esperemos no reviente en 20 años.
No es la primera vez que se dan contratos tan largos, de manera rápida podemos recordar a Alex Rodríguez, que terminó como villano en el Bronx y ya como analista ex jugador, lo quieren de nuevo; también Albert Pujols que al final solo buscaba récords personales y su equipo no logró nada, pero aún así vendía su imagen de lo hecho previamente.
Como dice el “Buki” en su canción, ¿A dónde vamos a parar? con este tipo de contratos, con el aumento de costos debidos a esta burbuja de salarios supuestamente sustentada, básicamente en que la gente siga gastando como id…hasta ahora. Siendo USA, con la entrada en popularidad del soccer, pero siendo la NFL la reina en el norte de este continente, solamente queda esperar a ver como es que este negocio sigue a flote.
Cristiano, Messi, Ohtani y otros, tanto dinero en manos de algunos, si vale o no la pena, si sus talentos son tan especiales, es algo que en algún punto de la historia supongo juzgaremos, mientras desde este sillón seguiré buscando, aunque sea un sueldito como los que propone nuestro fallido candidato, el esposo “Fosfo Fosfo”.
De la final del futbol azteca, esperen la siguiente columna, que las semifinales desnudaron más a algunos equipos que ensalzar a sus finalistas, las diferencias de gestiones está a la vista y los resultados hablan más que las conferencias de “Tato” Noriega después de cada torneo eliminado.
¡Saludos desde el sillón!