Los Tigres de la UANL salieron como en algunos de muchos partidos que juegan, caminando la cancha, sin apretar el paso, arrastrando la pelota de área a área, porque no saben jugar en largo, tiene que jugar entregando a domicilio el balón como con Don Tuca, y llegar a meterse a codazos y sombrerazos, mínimo al manchón penal para luego tirar, si no, no vale.
Los Gallos primero no agarraban la pelota, luego lo que agarraron fue confianza y vieron que Tigres seguía en su plan de divos y decidieron ir tímidamente al frente hasta que Pizarro les ayudó venciendo por abajo a Guzmán. Y luego Nico… también les echó la manita.
Cuando Querétaro se metió al partido le exigió a TIgres y ya conforme caminaba el Crono, el apuro crecía y ya comenzaron a acelerar, pero para defenderse, porque a los velocistas que tienen atrás, los hicieron echar el bofe. Los brasileños hacia el final ya no podían ni con su alma.
Por suerte para ellos, cayó el gol con un pase de Nico a Oziel, y listo. El arquero aparte de detener el penal que displicentemente le entregó Ibáñez, tapó otros dos o tres intentos más. Es el mismo arquero Fernando Tapia, que le robó el triunfo a Rayados días atrás con una gran actuación.
Y ahí donde los ves, ese modesto equipo compuesto con lo que se les atraviesa y jugadores que ya no quieren en otro lado, les sacó un punto a cada uno de los cuadros regios.
El silbante, normal. Bien marcado el penal y bien hecho en no repetirlo, porque estuvo correcto el arquero. Lo que sí se voló fue un penal a favor de Gallos, que no quiso ver, clarísimo por un empujón a dos manos de Garza sobre un atacante; y le perdonó la roja a Barbieri luego de que le hizo a Córdova una cirugía de ligamentos en rodilla izquierda, sin anestesia. Fue accidental, dijo el del silbato. Ajá. Necesitas haber jugado fútbol en el barrio, compadre, para entender que eso de accidental no tuvo nada.
Y no es tal vez que el silbante haya querido favorecer al local, sencillamente es un inepto. Al final fue justo, y bien trabajado el empate para el Querétaro y Tigres, en plan de perdonavidas, no ganó nomás porque no se les antojó.
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De los Rayados, bueno esos sí, mucho mejor. Con un triunfo inobjetable desde el punto de vista marcador. Desde lo futbolístico, de cómo jugaron… híjole. Tengo mis dudas muy serias.
Sobre todo porque es un equipo de mucho empaque que le sigue quedando grande al tipo que dirige en la banca.
Nadie ha preguntado por Funes Mori… Con Vázquez, los fans albiazules están en tono de dicho ranchero: “Jarrito nuevo, dónde te pondré”. No tardan en aparecer en la tribuna las banderas del arcoiris…
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¿Cuál sería la causa para que el dueño de grupo Orlegi y los equipos Santos y Atlas, hubiese determinado bloquear la salida de Omar Campos al fútbol ibérico?
El vasco debe ser muy bueno para comprar barato y vender caro, como ha hecho muchas veces con jugadores que importa por unos cuantos pesos y los vende acá, muy bien vendidos.
Nombres, hay de sobra. Muchísimos jugadores han llegado a las escuadras poderosas de la Liga MX, que prefieren comprar jugadores hechos, en lugar de hacerlos.
Si bien Alejandro Irarragorri se llevó entre las patas de los caballos a Campos, impidiéndole ir al Barcelona, los dueño de los equipos que le compran hacen lo propio con los chavos que tienen en Básicas que los tienen ahí desde chavitos, hasta que llegan a un punto en que deberán debutar, pero los dejan caer del árbol de maduros hasta que se pudren. Ejemplos también hay muchísimos.
El Barsa ofreció 50 mil euros por un préstamo de un año, verlo allá y en caso de que en ese tiempo diera el do de pecho, hacer una oferta formal por sus servicios. No. El Vasco, pensó en su bolsillo, no en la carrera del muchacho y decidió venderlo al LAFC en un precio cercano a los 5 MDE que lo tiene tasado Transfermarket en el mercado internacional.
De por sí, Campos es un chavo con cierto potencial. Acá se maravillan con él porque es rapidito, pero es muy parecido al que le vendió Tuzos al América, Kevin Álvarez, que da la apariencia de ser un muy buen lateral y no es cierto.
Defender y atacar con propiedad no es lo suyo. Le salen mejor las selfies y las publicaciones de tik tok con la novia de turno, que los centros a sus compañeros.
Por lo menos a Campos pudieron darle la oportunidad a probar en Barcelona, pero el vasco, experto en la venta de personas con tachones, decidió que por sus aguacates, no iba.
Así mero sucedió…