Ciudad de México.-
Una multitud se quedó enternecida por los gestos de un lomito, que no logra entender por qué lastiman al actor que protagoniza el drama de la Pasión de Cristo en las calles del municipio guatemalteco de Sumpango.
La escena le está dando la vuelta al mundo por el acto de amor del asombroso can, el cual se acerca para brindar consuelo al Jesús que es castigado por una multitud enardecida.
Aunque se trata de una actuación el perrito brinda ayuda y solidaridad al prójimo que ha sido maltratado y lo acompaña en su sufrimiento.
La imagen habla más que las palabras y demuestra que un animal puede, incluso, ser más solidario que el mismo ser humano.