Cuernavaca, Mor.-
El poeta y activista Javier Sicilia acusó que en las urnas están representados los carteles del crimen organizado, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía a no emitir su voto el próximo 2 de junio, en solidaridad con las víctimas de la violencia del país.
Desde la Ofrenda de las víctimas, instalada en las puertas del Palacio de Gobierno de Morelos, afirmó que el país está en manos del crimen y lo peor es que es un lodazal, y los ciudadanos desconocen los acuerdos entre los gobiernos federal, estatal y municipal con la delincuencia, y a quién le conviene el fracaso de las elecciones.
“Yo diría que la única forma de hacer fracasar las elecciones, en un acto de dignidad, es no salir a las urnas, pero no puede hacerlo fracasar el crimen organizado y la lógica criminal; hagámoslo fracasar los ciudadanos por dignidad”, dijo.
A 13 años de la creación del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, tras el asesinato de su hijo y seis de sus amigos por el Cártel del Pacífico Sur, célula de los Beltrán Leyva, Sicilia afirmó que si los ciudadanos tuvieran una pizca de dignidad, sentido común y de solidaridad con todas las personas asesinadas y desaparecidas del país, no acudirán a las urnas sino a las calles para dar un mensaje a los partidos políticos que no los representan.
Señaló que desde el gobierno del panista Vicente Fox, la violencia en el país es una espiral descendente.
“Lo dijimos hace trece años, si no hay una unidad nacional, si los partidos no limpian sus filas y los empresarios están corrompidos, pregúntense cuando vayan a las urnas ¿por qué cartel van a votar?, porque en las urnas están los cárteles de uno o de otro lado. Por eso estamos en una resistencia en los márgenes, como lo están haciendo los zapatistas”, indicó.
Sicilia convocó a conferencia de prensa por los 13 años de origen del movimiento ciudadano que encabezó para exclamar un “Estamos hasta la madre” y una demanda a los gobiernos federal, estatal y municipal para detener la violencia.
La creación del Movimiento por la Paz fue a raíz del asesinato de su hijo Juan Francisco, de 24 años de edad, y seis de sus amigos, entre ellos un militar retirado, detenidos por la célula delictiva en el interior de un bar y posteriormente asesinados.