Par de semanas en que los grandotes equipos de Nuevo León pueden pasar del cielo al infierno. De los primeros lugares de la tabla, a comenzar a flaquear en el estilo de juego y comenzando a tener derrotas que denotan cansancio, tanto físico como mental, sobre todo luego de venir de un torneo con muchos puntos y triunfos a granel.
El doble torneo está pasando factura, los jugadores de banca son suplentes por una razón, por más “gorda” que se vea la banca, ambos conjuntos han demostrado que tienen un equipo titular, y otro que puede competir, y párele de contar.
Tanto Tigres como Rayados tienen una semana de alto riesgo luego de perder en las últimas jornadas en la liga, y en Concacaf tienen un cierre de serie en casa, con una complejidad que puede provocar una hecatombe de tamaño monumental.
Ambos conjuntos cierran en casa, con ligera ventaja, con arbitrajes de mala calidad, pero con la responsabilidad de pasar a la semifinal para una edición más de eliminatoria con clásico regiomontano, pero en el camino está un Columbus peligroso y…Lionel Messi versión Sayayin, enojado hasta la médula.
En el momento más complejo, de mayor actividad, cuando más se ocupa la lucidez mental y física, ambos conjuntos están jugando a la individualidad, mostrando que les falta la claridad para jugar con tranquilidad y privilegiando las pinceladas que den los triunfos, padeciendo de un juego de conjunto eficaz, así como vistoso.
Prueba de fuego para 2 técnicos que por más triunfos que tengan en el año, su puesto es caliente y la silla sobre la que descansan tiende a ser incómoda y provocar que la presión se coma a quien la utilice. Los resultados son la madre de sus contratos, y no importa si ganan todos los partidos, pero perder en este tipo de eliminatorias, provoca el enojo de la hinchada que está en búsqueda del próximo chivo expiatorio cuya cabeza quepa en una hielera del Oxxo.
Es momento de ver de qué están hechos, Messi y Columbus, clásico regiomontano, posible clásico internacional, más los partidos de liga que faltan; todo esto es una receta para la gloria o el desastre, días intensos y sobre todo de ver quien está para esta plaza y quien no, que mientras la gente sueña con campeonatos, los jugadores pueden estar eliminados esta semana.
Del plato a la boca, se caen los equipos de Nuevo León, la prensa capitalina, todos los damnificados de la avanzada regia que presume todo, están listos para destrozar en caso de ver sangre, está en manos de los locales el dar un golpe de autoridad en la mesa, de esos que pocas veces dan cuando más se espera.
1 día más y veremos a Messi, de Columbus, bueno, solo el equipo llama la atención. Días de ver si hay posibilidades de campeonato, o son pura llamarada de petate.
Tiempo al tiempo, mientras, disfrutemos el ambiente previo lleno de drama y peleas de vestidor.
¡Saludos desde el sillón!