Pues allá en el Volcán universitario, en el juego de vuelta de cuartos de final de la Concachampions, sucedió lo inesperado.
Tigres, uno de los mejores equipos de América, de acuerdo con su inversión en el plantel, sufrió una dolorosa derrota y vivió la tragedia en su cancha y con su noble afición, ante un supuesto rival de nivel inferior, aún cuando son los actuales campeones de la Liga MLS.
Realmente fue un partido muy parejo, donde no se impuso la calidad de los jugadores del millonario plantel Universitario.
Y me atrevo a decir que fueron superados tácticamente en la cancha por el conjunto del Columbus, e incluso se pudo apreciar que el arbitraje y el VAR fueron benévolos en ciertas jugadas favoreciendo a Tigres, como fue el caso de un claro penal que no les marcaron al equipo visitante.
Y otra, la expulsión por doble amarilla a Guido Pizarro en una falta que podría haber sido roja directa. Ahí, ni el árbitro central ni el VAR sancionaron esa falta, mínimo con una tarjeta amarilla.
Ese penal no marcado, y la expulsión de Pizarro, pudieron haber sido definitorias en este partido dentro del tiempo regular.
Fue la noche triste y desafortunada del astro Francés André Pierre Gignac, que no estuvo acertado en un disparo fácil al arco de Columbus, y remató el balón a las alturas, en una falla increíble y envío el balón sobre la portería.
Además -raro en él- falló el cobro desde el manchón de los 11 metros en el primer turno de la tanda de penales, donde el arquero visitante hizo una gran atajada al disparo del francés.
En este análisis es obligada la pregunta: ¿por qué Tigres, con el gran plantel que tiene, y que se considera como uno de los mejores del continente, no es un plantel avasallador y dominante-, como los son el América y el Pachuca que están jugando un futbol ofensivo y creativo con intención y asistencias claras de gol en este torneo de la Conca?
¿Por qué en Tigres no se crean las llamadas asistencias de gol claras derivadas de un planteamiento táctico, y solo vemos balonazos al “ahí se va, a ver que sale”, confiando en la buena suerte de un remate a gol.
¿O será acaso que Siboldi no ha podido imponer su estrategia ofensiva en el plantel con resultados fortuitos?
¿O no tiene la capacidad para dirigir a este gran equipo?
Es preocupante lo que ha sido Tigres en los últimos partidos jugados, en especial lo visto ante el Pachuca en la Liga MX, la semana pasada.
Y está sobre la mesa su posible renovación de contrato, pero con la derrota de en Concachampions la directiva felina verá más detalles para la posible renovación de Siboldi.
Por lo pronto el ser eliminados del Torneo de Campeones de la Concachampions es un rotundo fracaso internacional aquí y para todo el mundo.
Ni modo, así es el fútbol, y este martes 9 de abril se cumplió la sabiduría popular del refrán que dice: “En el futbol no hay enemigo pequeño”. Y lo peor: “Nunca subestimes a tu rival”.