Allá, en la lejana década de los 70’s, su servidor escuchó una frase que se le adjudica al legendario cátcher de los Yankees de Nueva York, Lawrence Peter Berra, mejor conocido como “Yogi” Berra. Y tras 70 años, o más, sigue tan vigente que todos deberíamos tomarla en cuenta.
Podríamos darle diferente connotación como, “no rendirse ante las adversidades”; “tienes que dar el 100% en el primer tiempo, y si no es suficiente, en el segundo tiempo, da lo que queda”; “si algo te queda de energía, no te rindas, agótala”. Y muchas más. Seguramente usted, amable lector, tiene su favorita.
Trasladémoslo al Clásico 135, jugado el pasado sábado en el BBVA, que arrojó muchas situaciones “clásicas” como la de un equipo que se dio cuenta que ya había iniciado el partido, hasta que a los 52 segundos le anotaron un gol; luego, tras el empate y pensando o deseando que terminara el primer tiempo, tómala, les hacen el segundo gol. Los minutos de descanso no les fueron suficientes para descubrir que el partido ya había iniciado y “bolas”, les hacen el tercero, lo que parecía una losa muy pesada, difícil de sacudirse.
Sin embargo…, “la tortilla se volteó” y “aquellos a quienes ustedes mataron, gozan de cabal salud”, cita que se les atribuyen a muchos autores. Pero eso es tema para otra mesa.
Error grave, pues, “el muerto no estaba muerto, andaba de parranda” y con goles al minuto 60 y al 99’ de tiempo añadido, les sacaron de la bolsa un partido que ya sentían ganado. “Al muerto que ustedes mataron, goza de cabal salud”.
Tigres “se tiró” para atrás queriendo ganar el partido cambiando de formula; si atacando te estaba funcionando, ¿para qué cambias?, “en su pecado llevó su penitencia”.
Pero lo que más dolió en el feudo felino fue el gol del empate al minuto 99, cuando la pizarra del cuarto árbitro había señalado 8 minutos, o sea, al minuto 98 supuestamente debía terminar el partido, y el gol se anotó al 99. De ahí surge el reclamo universitario.
Lo que no quisieron aceptar fue que el silbante César Ramos, por cierto de trabajo muy mediocre, le hizo saber que añadiría dos minutos por la supuesta lesión y el gol del empate cayó en esos dos minutos.
Del trabajo arbitral podemos señalar que fue deficiente, pero lo más grave fue la mano de Brunetta dentro del área de Tigres, que no sanciono como penalti a pesar de la clara evidencia que le proporcionó el VAR. Pienso que él hizo valer el párrafo del VAR donde se señala que el árbitro asistente de vídeo (VAR) ayudará al árbitro principal a dirigir el partido de acuerdo con las Reglas de Juego, si bien la decisión definitiva la tomará siempre el árbitro principal.
Recomendación para todos los que juegan algún deporte, el partido termina cuando el árbitro pita el final. Antes no.