Reynosa, Tam.-
En México la historia de las vacunas se remontan hasta antes de la Independencia en 1804.
Fue un médico militar español, Francisco Xavier de Balmis introdujo la inoculación contra la viruela mediante la técnica de brazo en brazo. Se salvaron millones de vidas de todo el mundo.
Después a fines del siglo XIX, se aplicaron otros tipos de vacunas contra la rabia, la polio y la tuberculosis.
Parece que muchos no recuerdan que enfermedades como la viruela, fue erradicada en 1980, y otras enfermedades también fueron eliminadas en muchos países del mundo como la poliomielitis, rubéola y sarampión.
De forma reciente, en México como en cientos de países se empezaron a aplicar vacunas contra el Covid-19, que se dio a conocer hace cuatro años, el 11 de febrero del 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Covid se trata de una enfermedad respiratoria muy contagiosa causada por el virus SARS-CoV-2.
Los síntomas frecuentes son fiebre, tos, dificultad para respirar, también se presentan fatiga, dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de garganta, goteo nasal, náusea o vómito, diarrea y pérdida del sentido del olfato o olfato.
Como se recordará hubo cierre de comercios, restaurantes, gimnasios, porque se afirmó que el virus se transmite de una persona a otra, en las gotitas que se dispersan cuando la persona infectada tose, estornuda o habla.
Entonces no había vacunas disponibles, el Covid-19 inició en un mercado de Wuhan, China, donde la gente tenía la costumbre de consumir carne de animales exóticos como el murciélago y pangolín.
Desde que empezó el sistema de vacunación en México, se daban reportes diarios de contagios por el Sistema de Salud, con miles de fallecimientos.
Esta semana salió trascendió una noticia que la vacuna podría causar trombosis, afirmación que supuestamente reconocieron los laboratorios AstraZeneca (AZ), luego de que un medio británico revelara que se admitió que la inoculación puede provocar trombosis, pero en casos muy inusuales.
La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena profunda, puede provocar enfermedad grave, discapacidad o, en algunos casos, la muerte.
El reconocido infectólogo Alejandro Macías Hernández, conocido como el zar de la influenza en México, en sus redes sociales dio su opinión sobre el tema.
En Twitter dijo que el desarrollo de trombosis como efecto secundario de las vacunas de AstraZeneca “no es algo nuevo”, siendo un fenómeno que también puede ocurrir con otras vacunas contra el Covid-19, como las desarrolladas por Johnson & Johnson, Cansino y la Sputnik.
Cabe aclarar que la trombosis grave es un evento extremadamente raro, estimando que se reporta un caso por cada 100 mil personas que reciben alguna vacuna de adenovirus.
“Es importante mantener la calma, ya que no ocurrirá nada a quienes hayan recibido alguna de estas vacunas. Cuando se presenta una trombosis, que es un fenómeno muy raro, sucede en las semanas posteriores a la vacunación, no años después. No hay motivo para preocuparse”, dijo el doctor Macías.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos describen dos tipos de trombosis: venosa profunda y la embolia pulmonar. Se trata de afecciones graves, pero prevenibles.
Esta información, como mucha que hay en las redes sociales, confunde a la población. Son más los beneficios de las vacunas, que los temores.
NO PIDEN CERTIFICADO
En México, se llevó a cabo un sistema de vacunación gratuito para niños, adultos y “abuelitos”, con el respectivo registro para luego obtener un certificado legal en la página de la Secretaría de Salud, como comprobante de cumplir con el requisito para viajar a Estados Unidos u otro país.
En la actualidad las vacunas se venden en farmacias de la localidad, como también en farmacias y súpertiendas del Valle de Texas.
Durante la pandemia fueron cerrados los puentes internacionales el sábado 21 de marzo del 2020, para volver a ser abiertos año y medio después el lunes 8 de noviembre de 2021.
Después de su apertura, se estuvieron aplicando vacunas a todos los visitantes, sin el requisito de ser ciudadanos norteamericanos, en Hidalgo, como en McAllen, Texas.
Para los reynosenses a veces era más sencillo aplicarse una vacuna anti-Covid en la frontera, que en la misma ciudad mexicana.
Las enfermeras texanas llevaron un registro de los vacunados, pero conseguir la aplicación era normal durante la época.
Por la situación actual, se está difundiendo la necesidad de una dosis de refuerzo (o booster shot, en inglés) contra el Covid-19, para estar protegidos contra el surgimiento de las nuevas variantes del virus.