Cuernavaca, Mor.-
La reportera del medio digital La Voz del Sur, Perla Aguilar, exigió a las autoridades correspondientes garantías para ejercer su derecho a la libertad de prensa y de expresión concedidas por Ley, luego de denunciar la agresión de una trabajadora del Ayuntamiento de Tlaltizapán cuando documentaba el despido de policías municipales.
De espaldas al memorial de víctimas en palacio de Gobierno, Aguilar afirmó que la medida de protección concedida por el Mecanismo de Protección a Periodistas y defensores de Derechos Humanos no funciona en su caso, porque son los mismos policías municipales de Tlaltizapán quienes hacen los rondines y enfrentan un evidente conflicto de interés.
“Es por ello que exijo al presidente municipal, Gabriel Moreno Bruno, que fije una postura sobre los hechos ocurridos el día de ayer (el martes) en donde su trabajadora Celeine Díaz Huicochea me agredió y quitó mi celular”, expresó la reportera.
En paralelo a la protesta de Perla Aguilar y varios reporteros congregados en el memorial de víctimas, el Ayuntamiento de Tlaltizapán informó en un comunicado que “el desencuentro entre una funcionaria de este municipio y la ciudadana Perla Aguilar, reportera de La Voz del Sur” es analizado por la Contraloría Municipal.
“Es importante destacar que el Gobierno Municipal de Bienestar reprueba cualquier acto de violencia y por lo tanto considerará la evidencia publicada por diversos medios de comunicación, y videograbada también por diferentes ciudadanos que se encontraban en el momento de los hechos, para tomar las medidas correspondientes”, informó.
Más adelante entreveró que el desencuentro entre la reportera y la servidora pública, responsable de registrar el acceso de los visitantes al palacio municipal se debió a que la reportera fue omisa en seguir el protocolo de ingreso.
“Es preciso informar que como protocolo de ingreso y con la finalidad de brindar un mejor servicio a la ciudadanía, se encuentra instalado el Módulo de Atención Ciudadana en el cual se registra y canaliza al área correspondiente a cada uno de los ciudadanos que acuden a este Ayuntamiento”, informó el Ayuntamiento.
Por su parte, la reportera afirmó que las agresiones en su contra tienen su origen en la cobertura que prestó el 28 de mayo pasado cuando documentó la detención de dos voceadores del medio Interdiario de Cuautla, cuando distribuían el impreso en el municipio.
Otro caso sucedió el 31 de mayo cuando la reportera ingresó a las instalaciones de Protección Civil municipal para videograbar el almacenamiento de despensas y propaganda electoral. Un tercer caso sucedió el martes cuando entrevistó a policías despedidos por el Ayuntamiento.